Poesía, video

¿Sabías, amigo mío,
que del principio al final,
esta existencia funciona
como un “estado mental”?

¿Qué “cómo es eso”, preguntas?
¡Es fácil de responder!:
el modo en el que percibes,
le da forma a tu “creer”.

Y como ese “percibir”,
es siempre interpretación,
¿por qué no ir interpretando
lo que alegra al corazón?

Te invito a que lo compruebes
con un método sencillo,
pero que sin duda alguna,
¡hará relucir tu brillo!

Permite en ti únicamente
pensamientos de grandeza:
¿para qué seguir nutriendo
los que te causan tristeza?

Elige pensar “¡sí, puedo!,
esto es fácil de lograr”,
en vez de pensar, acaso,
“¡nunca lo voy a alcanzar!”

¡Opta por verte grandioso,
repleto de potenciales
que solo están esperando
a que decidas que vales!

Cuando tú vas por la vida
desparramando optimismo,
¡la Vida te corresponde
ofreciéndote eso mismo!

¡Ah…, si vieras lo grandioso
que eres tú en tu interior,
sabrías que sí, que puedes
realzar todo alrededor!

Más vives en “modo fuga”
por creerte “poca cosa”,
cual oruga que no asume
que se ha vuelto mariposa.

Y eso pasa porque estamos
aún entendiendo el libreto,
más de a poco llegaremos
a su dominio completo.

Y entonces cognizaremos
sin pausa pero sin prisa,
que aquello en lo que creemos,
¡eso se materializa!

Porque tus cuadros mentales
de una o de otra manera,
atraen eso que piensas
para reflejarlo “afuera”.

Hay una correspondencia
de un “ida y vuelta” constante,
entre aquello que más piensas,
y lo que surge adelante.

Ese es el modo en que Dios
plasma todo lo existente:
antes de manifestarlo
lo ve creado en su Mente.

Por eso este mecanismo
de contemplarlo “ya hecho”,
no es un regalo del Cielo:
¡es tu Divino Derecho!

¡Adelante, compañero:
visualiza, visualiza,
y no dudes ni un instante
que eso se materializa!

Voy a ponerte un ejemplo
que es real y contundente,
para que veas por ti mismo
lo que es de por sí evidente.

Suponte que te despiertas
con la nariz muy tapada,
y entonces allí imaginas
sentirla ya desbloqueada.

Y sin hacer nada externo,
solo usando el pensamiento,
visualizas que ahora el aire
entra sin impedimento,

mientras a ti te repites
de manera convencida:
“¡ya te encuentras destapada
y del todo humedecida!”

Velo muy claro en tu mente
y no lo dejes de ver,
velo detalladamente,
y luego… ¡déjalo ser!

Y como lo que imaginas
de una manera serial,
ya está existiendo en un plano
que es multidimensional,

al visualizarlo logras
de una forma muy creadora,
¡atraerlo de esa esfera
hasta este Aquí y este Ahora!

Y sentirás que en minutos
de un modo muy sustancial,
¡ya se encuentra desbloqueada
tu respiración nasal!

Y entonces, a tu nariz
le dirás de muy buen modo:
“si ha funcionado contigo,
¡debe funcionar con todo!”

¡Vamos, mi buen camarada,
no esperes más para hacerlo!:
¡cambia el “ver para creer”,
por el “creer para verlo”…!