Estás allí…en tu sitio favorito…respirando lenta, profundamente…y entrando deliciosamente en esa íntima comunión con tu Sagrado Interior…

Te adentrás cada vez más…y más…en ese espacio atemporal…suave…luminoso…exquisito…¡tu “dulce lugar”…!

Cuando comenzás a sentirte liviano…etéreo…casi como flotando…, hacés un llamado silencioso…, una sentida convocatoria…a tu familia de luz…

Y lentamente…muy lentamente… empezás a sentir el cosquilleo de unas energías muy tenues y leves…girando amorosamente a tu alrededor…, y rozándote con una suavidad y ternura casi imperceptibles… al punto que por momentos te pareciera estar inventándolo…

¡Pero están allí…y tu corazón se estremece de gozo…! ¡Son tu compañía desde siempre…tu estirpe angélica…tu familia de luz…!!!

¡Ah…! ¡Que hermosas sus caricias-masajes…tan ligeras…tan gentiles…tan suaves…sobre tu frente…sobre tus sienes cansadas…sobre tu espalda contracturada…! ¡No sólo te dan amor…! ¡También te dan servicio…!

Una sensación indescriptible de completitud…de ser amado y valorado sin límites…estremece todo tu ser…

¡Te inunda un sentimiento tan hondo de belleza…, de plenitud…, de perfección…, de totalidad…!

Y como si fuera “la frutilla del postre”…, comenzas a oler –como en rachas fugaces- un aroma exquisito…jamás olido antes… – tal vez una mezcla de lavanda y jazmín…- (¡…Hasta te regalan su fragancia…!!!)

¡Y en lo que dura un parpadeo, te das cuenta repentínamente que estás con un pié en cada lado…sobre ese puente cuántico que comunica las dimensiones…!

¡Y empiezan a resonar con infinita dulzura en tu mente, frases sueltas que deshilachadamente van tomando forma…, como si salmodiaran un canturreo celestial… :

“¡Te queremos, amado…, te queremos…!”

“¡Tu familia…, somos tu familia…!”

“¡No estás solo, amado…, no estás sólo…!»

“¡Somos Uno, amado…, somos Uno…!”

Y desde lo más íntimo de tu corazón…embargado por el más indescriptible de los sentimientos…, sólo atinás a ¨responder¨, estremecido de gratitud… : “¡¡¡Los amo tanto…!!!”

FIN