En esta Nueva Energía
en la que estamos hoy día,
con tu vibrar elevado
¡ya lo elevas al de al lado!
Más si a ese flujo inercial
le sumas lo intencional,
el efecto es más potente,
más claro, más contundente.
Cuando colocas tu Intención,
¡tocas el otro corazón!
Siempre que escuchas de verdad,
(no como “de casualidad”),
y estás allí “por entero”,
y es “tu oír” puro y sincero,
le haces al otro un presente
que es de verdad infrecuente,
y lo haces sentir querido…
¡porque le brindas tu oído!
Al escuchar con atención,
¡tocas el otro corazón!
Y si gozas tus tareas
por más pequeñas que sean,
esa nota de energía
tiñe todo de alegría.
Y en ese enamoramiento
de estar “allí”, en el momento,
vas regalando tus dones
cual si fueran bendiciones.
Cuando haces todo con pasión,
¡tocas el otro corazón!
Entrégate sin más ni más,
con tu armonía o con tu paz,
o con tu falta de reacción
cuando alguien se vuelve burlón.
Si tú devuelves mal con bien,
¡el otro frena su desdén!,
y al ver que no hay enfado en ti,
¡ansía él volverse así!
Desde tu alta compasión,
¡tocas el otro corazón!
Cuando piensas bien de todos
y repartes buenos modos,
se hace más humanitaria
la familia planetaria.
Y al no juzgar nunca a nadie,
impulsas que el otro irradie
una paz que no sabía
tal vez que adentro tenía.
Con tu total aceptación,
¡tocas el otro corazón!
Te estás volviendo un ser grandioso,
y eres aún más luminoso,
cuando sin causa ni razón
¡tocas el otro corazón!
Querido Jorge, cuanta dulzura hay en todo lo que expresas, tus palabras no son solo bellas y reales, inspiran un profundo amor que se siente y cuesta hasta respirar. Nos llevas a un mágico lugar al que nadie nos ha llevado jamás…… “Y en ese enamoramiento de estar “allí”, en el momento, voy regalando mis dones cual si fueran bendiciones”.
Como dice la dulce melodía…., dentro de mí yace la semilla que con el amor de Dios ya perfuma una preciosa flor.
Gracias alma generosa
Qué bello y sentido tu dulce mensaje, mi querida Alicia…; «…y cuesta hasta respirar», expresas desde tu sensibilidad exquisita, regalándome el don de la fineza de tu alma…
¡Gracias…, gracias…, compañera de viaje…!, y que «esa semilla dentro de ti ya transformada en preciosa flor», perfume dulcemente cada minuto de tu hermosa vida…
¡Gracias…, gracias a ti, jardinero del jardín de Dios, por tocar mi corazón.
Mi amado Jorge:
Que hermoso es ir por la vida tocando los corazones de otros, que por cierto tú lo haces magistralmente.
Es un acto de sublime ternura y así es justamente como tu y yo nos tocamos mutuamente….. Te amo.
«Es un acto de sublime ternura y así es justamente como tu y yo nos tocamos mutuamente…»
¡No hay manera más bella de graficar mejor nuestro mutuo cariño, mi amadísima niña…!
!Que maravilla Jorge cuando entro a tu página y encuentro tanto amor fluyendo en todos los que intervenimos en ella ! Nos ha tocado el corazón al descubrirnos siendo en la VIDA . No se necesita nada , sólo danzar con ELLA y comprender en cada momento cuál el nuestra tarea, tú lo explicas muy bien en tus rimas …. estar ahí siempre abiertos a lo que ES … abrazos de corazón compañero de camino. Matilde
¡Qué acertada y dulcemente lo expresas, querida Mati!:
«No se necesita nada , sólo danzar con ELLA y comprender en cada momento cuál es nuestra tarea…», «estar ahí siempre abiertos a lo que ES … »
¡Bendita sea esa entrega absoluta de tu apertura total!
Inmenso abrazo, camarada de ruta!