¡Suelta el control!,
has a un lado la pelea,
y sé como la marea
que ama a la luna y al sol.

Flexibiliza tu rol,
y que nada te desvele
para que tu risa vuele,
ya de traje u overol.

¡Suelta el control!,
que cuando tú te relajas,
todo en tu existencia encaja
como el oro en el crisol.

Y sin usar parasol,
disfruta cada momento
con el dulce paso lento
con que marcha el caracol…

¡Suelta el control!,
y abrázalo a tu destino,
ya sea que en tu camino
comas caviar… o frijol.

Y escribe con aerosol
en cualquier pared perdida:
“¡deja que gire la vida
como gira el girasol!”.

¡Suelta el control!,
y fluye, fluye sonriendo,
que cuando vives fluyendo
alumbra más tu farol.

Y una tarde de arrebol
contemplando lo que has sido,
estarás agradecido
¡de haber soltado el control!