Este es tu tiempo, Alma Antigua…, y es tu deber alumbrar,
porque sí, sencillamente, sin ritos preparatorios:
la Luz que hay en ti atestigua que es tu hora de brillar,
y tal vez de algo te sirvan algunos recordatorios.

No importa tu edad actual: quince…, treinta y seis…, setenta…
¡es del todo irrelevante lo que diga el documento!:
tú eres en verdad “sin tiempo”, porque en la Sagrada Cuenta
no hay fecha de desenlace… ni fecha de nacimiento.

Ya has transitado por todo lo que se pueda vivir:
lo más feo de lo feo…, lo más bello de lo bello…,
y cargas una mochila difícil de describir
de victorias y derrotas, de tinieblas y destellos…

¡Recuerda desactivarlas a las malas experiencias,
y dejar solo latentes tus bellas epifanías!,
ahora puedes darle curso a un “selector de vivencias”:
¡es uno de tus regalos en esta Nueva Energía!

Recuerda que ya se enciman las diversas dimensiones,
por lo que tienes ahora alternativas distintas:
puedes seguir “en tercera” como has hecho por eones,
o por el tiempo que elijas, ir poniendo un pie “en la quinta”.

Cuando tú estiras los bordes para pensar “lo imposible”,
ese salto de conciencia te saca de lo trillado,
y al adentrarte confiado en los Mundos Invisibles,
te asomas a percepciones que no habías imaginado.

Recuerda que “los de afuera”, que se supone “que saben”,
y a los que gustas llamarles “Maestros, Gurús, Profetas”,
pueden acercarte apenas -por más que en lo interno excaven-,
tan solo aproximaciones de su experiencia concreta.

No pierdas de vista entonces que no hay más Alto Maestro,
ni Profeta más sapiente ni Gurú más oportuno,
que el propio Yo Superior que se encuentra dentro nuestro,
y que también está ansiando poder fundirse con uno.

Recuerda también, amigo, que esa Luz que en tantas vidas
fuiste buscando con ansias por caminos diferentes,
ya cimentó de tal forma que en ti se encuentra fundida,
y se irradia en tu mirada y en tu accionar transparente.

De ese modo, compañero, con tu presencia callada
ya lo elevas al de al lado aún sin haber concordancia:
¡es “ósmosis vibratoria”!, y aunque tú no digas nada,
vas generando en el otro una hermosa resonancia.

¿Y por qué es que esto sucede?: ¡porque te empinaste tú!,
has mutado de energía, y es un cambio tan rotundo,
que sin ser ningún Maestro, ni Profeta, ni Gurú,
tu incrementada frecuencia lo modifica a este mundo.

¡Adelante, Ser Brillante que reluces como el oro,
adelante con tu paz que al enojado apacigua!,
¡tú lo elevas al planeta!, y por eso es que te imploro:
¡recuerda lo inmenso que eres, maravillosa Alma Antigua!