En esta Era “Nueva Energía”
tu pensamiento ¡es poderoso!,
y lo que piensas día tras día,
lleva a tu vida, tristeza o gozo.

Y si alguien dice, sin que bromee: “¡eso es engaño o es petulancia!”,
¡el engañado es él…!, que cree
que el mundo dicta su circunstancia.

¡Somos nosotros los que instalamos tristeza o dicha en el corazón,
pues esta vida que transitamos
no es otra cosa más que Ilusión!

Creas tu mundo a tu medida,
y si es tu enfoque multicolor,
sabes que nada, nada en la vida
puede causarte pena o temor.

Y si refuta un contrariado:
“el mundo no es más que un tapete,
y uno no es dueño ni de los dados,
ni el paño verde ni el cubilete”,
pues allí entonces de un modo u otro
será su vida como una noria,
dejando muecas sobre su rostro,
sin incentivos ni escapatoria.

Y es porque ignora algo absoluto:
¡somos nosotros “los electores”!,
podemos ir siempre de luto,
¡o usar ropajes de mil colores!

Desearle al otro un “muy buen día”,
sin que él lo sepa, ¡llega a ambas partes!, porque en el plano de sincronías
dar al de al lado…, ¡también es darte!

Y si al fin somos eso que damos,
te pido entonces, “bríndate entero”,
¡que es solo un rato el que aquí estamos
en este mundo tan pasajero!

Cuando en tu vida das de ti mismo, dando por dar, sin pedir nada,
sin ni una pizca de egoísmo,
¡tus vibraciones se ven realzadas!

Y allí es posible -sin ser buscado-,
que tu conciencia pegue un gran salto,
y en ese plano más elevado
¡roces las hebras del Yo más alto!

Y cuando toque tu despedida
-mientras desciendes del propio tren-, podrás decirle allí a tu vida:
“me voy tranquilo…, ¡te he empleado bien!”