¡No te tomes en serio, compañero de viaje…! :
…sólo somos renglones de un inmenso Cuaderno…,
…partículas de estrellas que van buscando anclaje…,
…ecos de una sonrisa que llega de lo Eterno…

¡No te tomes en serio…!, que cuando nos marchemos,
el sol de todos modos surgirá en el oriente…,
y las estrellas claras –las que ya no veremos-,
¡seguirán titilando con su brillo de siempre…!

¡No te tomes en serio…!, que andando en el camino,
¡apenas si alcanzamos estatus de “aprendices”…!,
y tal vez lo más bello que haya en nuestro destino,
¡es hacer que los otros sean algo más felices…!

¡No te tomes en serio…!, que aquí estamos de paso… :
¡festejá tus errores…igual que tus aciertos!,
y hacete un poco el tonto…el loco…, y el payaso…
¡que ya para solemnes tenemos a los muertos…!

¡No te tomes en serio…!, y contemplalo todo,
con festiva inocencia…, con renovado asombro…,
¡que hay flores que florecen en el medio del lodo…,
y hay pájaros que cantan posados sobre escombros…!

¡No te tomes en serio…!, y en vez de aventurarte
en la guerra de egos de cada discusión,
preguntate a vos mismo: ¿Qué es lo más importante?
¿Amar al que está enfrente…o “tener la razón”…?

¡No te tomes en serio…!, y aprendé de los niños:
¡ellos son los Maestros más hermosos y puros!,
y con su desenfado…, su gracia…, y su cariño…,
ni “guardan la apariencia”…, ni “cuidan su futuro”…

¡No te tomes en serio…! : la humildad más preciosa…,
la más conmovedora que el alma nos acerca…,
la más dulce y sublime… es la de aquella rosa
¡que exhala su perfume aunque nadie esté cerca…!

Los egos infatuados, pomposos y distantes,
¡también se van un día camino al cementerio!…,
por eso, amigo mío…¡disfrutá del instante…!
¡regalame tu risa…!, ¡no te tomes en serio…!