Se cuenta que hace ya eones,
cuando a la Creación plasmaba,
a sus mejores creaciones
Dios un don les otorgaba.
Por ejemplo, al verse grises,
“¡mi don!”, pidieron las flores,
y Dios, mezclando matices
les regaló los colores…
Las estrellas en el cielo
también quisieron su don,
¡y un brillo de terciopelo
les puso en el corazón!
La Tierra lo reclamó
con suave delicadeza,
y Dios se lo concedió
colmándola de belleza.
Y al crear los pajaritos,
(esos “ángeles alados”),
los produjo muy bonitos…,
¡pero los hizo callados…!
“¡Danos el don de la voz!”,
le rogaron al Divino,
¡y la música hizo Dios
al otorgarles los trinos!.
Terminando su tarea,
“¡algo me falta!”, pensó…,
y se le cruzó una idea,
¡y al hombre lo modeló!
Ya acabada la Creación,
-justo en el instante aquél-,
el hombre le pidió un don…
¡y Dios… se introdujo en él!.
… Y aun así.. hoy día hay muchos que ignoran u olvidan ese don.. y siguen buscando a Dios en todos lados menos en su interior…. Pero algún día.. en algún momento.. por fin..!! se mirarán hacia dentro..
Gracias querido Jorge por recordarnos el don de Dios..!!
Besitos mi buen amigo..
Juana Maria.
Sí, querida Juana…: como tú bien dices, está cercano el día en que la mayoría "…se mirará hacia dentro…"
¡Felices fiestas, compañera de ruta!
Un gran abrazo.
Me gustó mucho… Un abrazote.
Gracias…, otro para ti…
Dios te ha regalado ese don de Poeta Universal.
¡¡¡"Poeta Universal"!!!…, ¡guauuuuuu!: ¡gracias por tu tierna "desmesura", mi buena amiga!
Gran abrazo