Estoy unido a mi Mente Divina,
y ella me cambia tanto la mirada,
que en vez de ver en el otro su inquina,
sólo veo su Esencia Sagrada.
Y en mi el Amor “sin condiciones” crece,
y sólo quiero compartir mi paz:
ya no pienso si el otro “lo merece”…
y el “cómo me trató”… ¡no importa más!.
Estoy unido a mi Mente Divina,
y sólo tengo pensamientos puros…,
¡que cuando la conciencia es cristalina,
ya no hay más sitio para los oscuros!.
Por eso a todo doy la bienvenida,
-incluso a aquello que parece denso-
porque sé bien que en realidad mi vida
es un espejo de lo que yo pienso.
Estoy unido a mi Mente Divina,
y vivo en la alegría del instante,
y amarlo todo es lo que me ilumina
con un brillo de oro y de diamante…
Y porque soy Espíritu infinito
teniendo una experiencia como humano,
dejo que en mí se exprese Lo Bendito,
aún en el medio del trajín mundano…
Estoy unido a mi mente Divina,
y es tan inmenso el gozo de mi alma,
que el cielo cabe en una golondrina…,
y el Universo entero entre mis palmas…
Y si una piedra entrara en mi zapato
causándome un atisbo de neblina,
recuerdo en ese instante de inmediato
¡que estoy unido a mi Mente Divina!
Poeta mío!!
Me haces suspirar de una manera… Decir ¡GRACIAS! no basta para agradecerte por tan sublime inspiración, es que cada verso tuyo me ilumina en este bello camino llamado vida…
¡GRACIAS BENDITO POETA DE MI CORAZÓN!
¡Gracias por tu suspiro… y por tu gratitud…, querida compañera de viaje!
Qué belleza Jorge, muchas gracias.
En pocas palabras una filosofía de Verdad.
Bendiciones.
Saludos desde la isla de Margarita – Venezuela
Gracias, Belkys, por tu gentil mensaje…, y por tus bendiciones…
¡Igualmente para ti, compañera de viaje!