Hay quienes van por la vida
por donde nadie ha pisado,
con la mirada encendida
y el corazón deslumbrado.

Son ardientes soñadores…,
recolectores de estrellas…,
¡claros anticipadores
de realidades más bellas!

Saben que el mundo refleja
lo que hay en el corazón,
y que la Vida festeja
la pureza de intención.

Y que si es dorado o gris
lo que les sale al encuentro,
solo es copia del matiz
de lo que llevan adentro.

Por eso es que han elegido
encarnar su Luz más alta…,
porque sienten que han venido
a ser “la pieza que falta”.

Pueden pintar arcoiris
en medio de un vendaval,
o disfrutar de un daiquiri
cuando todo sale mal.

Y recomenzar después
las veces que es necesario…,
¡que la palabra “revés”
no existe en su diccionario!.

Y los sueños que fabrican
con apasionado ardor,
se extienden, se multiplican,
y hacen un mundo mejor.

Serán muchos…, serán pocos…,
serán veloces… o lerdos…,
más no digas que están locos,
que para locos… ¡los cuerdos!.