Como la flor de loto
cuando anochece,
repliégate en ti mismo
si te parece.
Intérnate en los pliegues
de tu Conciencia,
y ve tras de tu eterna
magnificencia.
Esa que es permanente,
que nunca huye,
y que aunque no la toques
igual la intuyes.
La que de un modo a veces
inesperado,
te lleva a que te sientas
ilimitado.
¡Y qué deleite entonces
en tu camino,
percibir el perfume
de Lo Divino!.
Cada vez que contactas
tu Esencia pura,
pasas a ver la vida
desde otra altura.
Y ves que es cada pleito,
cada batalla,
solo un grano de arena
sobre tu playa.
Y es que al saber que llevas
a Dios por dentro,
expresarlo en tu vida es
cuestión de tiempo.
Se desdibuja toda queja y lamento,
solo amamos, gozamos!
– cual silfo al viento-
sumandos en el aire
nos recordamos
siendo soplos de vida
en el No tiempo
PD un 2016 como lo queréis jajajajajaja
todo mi amor brillando en ternura infinita…muuuuuakk ( un beso en capullo de mi florida campiña)
dejame decirte en este ahora, lo que mi hijo siendo nene acostumbraba…te quiero taaaanto!!! como darle 3 vueltas al infinito!!!… 🙂
¡Ahhh, poetisa de las altas rimas…, qué bonito escribes!
¡Gracias por "el beso en capullo de tu florida campiña"!
¡Y ojalá que en el 2016 se cumplan tus mejores sueños…! (a pesar de que eso de "tres vueltas al infinito" me suenan a poco… -¿tan sólo tres?- jaja).