Cuando te miro de cero mi visión es fresca, pura,
recién nacida, inocente, desnuda de preconceptos…,
libre de las etiquetas y de los estereotipos
que pretenden alejarme del “ser en sí” que en ti observo.
Cuando te miro de cero y estás allí enfrente mío,
me desligo de tu forma, de tu edad y de tu aspecto,
y veo el brillo en tus ojos, y percibo tu grandeza,
antes que quiera la mente ponerte en un casillero.
Cuando te miro de cero se me vuelve irrealizable
crucificar al hermano que ha elegido otro sendero,
porque el corazón no juzga: ¡sabe bien que todos somos
sagradas hojas de oro en el árbol de lo Eterno…!
Cuando te miro de cero, detengo los engranajes,
esos que imposibilitan el que alcancemos a vernos,
y te miro tal cual eres: un alma en su propio viaje,
revelando a su manera su luz en ese momento…
Cuando te miro de cero mantengo los ojos limpios,
y la actitud despejada y el corazón bien abierto,
porque quiero en cada instante verte por primera vez…,
¡aunque se cuenten de a cientos las veces en que te veo!
hola hermano jorge !!! que maravillosa tu poesia hace que mi corazon se habra y se llene de alegria y tambien me enseña a que tengo que ver la luz en los demas y no juzgarlos .. te admiro jorge por darnos amor y enseñarnos un mensaje atraves de tus poesias que nos hacen reflexionar sobre la vida grasias jorge ….. un abrazo muy fuerte amigo !!!!!!!!
Gracias, jamie, por tu afectuoso mensaje, y por "…reflexionar sobre la vida…".
Un cálido abrazo, compañera de viaje…
Querido Jorge que luminoso mensaje trae tu poema, nos recuerdas en cada letra que “Cuando miramos de cero” solo estamos mirando la realidad de cada ser más allá de su apariencia física.
Nos invitas a ver con los ojos el Amor Divino que somos, el que no tiene barreras, no confronta, no juzga, no conceptúa, simplemente observar, contempla y nos permite abrir los ojos a la realidad espiritual donde todos somos eslabones del mismo engranaje, con las mismas posibilidades y la misma esencia divina.
Muchas gracias querido maestro por tanto que nos das de ese caudal que llevas dentro y que nos hace recordar cada día quienes somos en verdad.
Diosito bendiga tu talento, tu sabiduría y tu don de compartir.
Flor Miriam
Un cálido abrazo, amiga Flor…, mientras seguimos recordando "…quienes somos en verdad…".