Amigos, ¿se han puesto a analizar la directa relación que existe entre los sistemas de creencia que sustentamos, y la mayor o menor apertura de nuestro corazón?
Imaginen por un momento esta secuencia:
Un auto se detiene ante un semáforo, en una avenida de la gran ciudad; un chiquillo pobre de toda pobreza, se abalanza con una esponja y un tarrito con agua y se pone a limpiar el parabrisa sin pedir permiso.
En el apuro que la situación impone –el semáforo se pondrá en verde en cualquier momento-, hace la tarea en forma apresurada y desprolija.
Ni bien termina, el niño se acerca a la ventanilla del conductor, con la esperanza de recoger alguna moneda, pero todo lo que recibe son gritos: “¡Mocoso de porquería, quién te pidió que hicieras algo…!¡Lo dejaste más sucio que antes! ¡Desaparecé de mi vista!”
¿Y saben qué,compañeros? EL CONDUCTOR TIENE RAZON…desde su estrecho túnel de realidad, tiene razón…¡Es imposible que pueda ver las cosas de otra manera!
Su corazón cerrado sólo le permite procesar los hechos de este modo:
-“un aprendiz de delincuente me vino a patotear”
-“me limpió el vidrio sin pedir permiso”
-“me perjudicó dejándolo hecho un desastre”
-“encima pretendía que le pague”
-“cómo nadie nos protege de estos zaparrastrosos”
-“esta gentuza tendría que desaparecer de la Tierra”
Haciendo uso de su libre albedrío, -pero moviéndose dentro de los reducidos márgenes de su restrictivo sistema de creencias-, este buen hombre eligió ver las cosas de ese modo.
Imaginemos ahora exactamente la misma escena, pero con otro vehículo y conductor:
Cuando el niño termina la tarea y se acerca a su ventanilla, quien maneja le dice :
“¡Buen trabajo, campeón! Ni yo lo hubiese hecho mejor! Tomá esta moneda y este chupetín que le llevaba a mi hijo!
Y otra vez, amigos, este conductor TIENE RAZON. Desde su amplia perspectiva del mundo y de la vida, tiene razón.
Su corazón abierto lo ha llevado a procesar los mismos hechos de esta manera diferente:
-“este pobre niño tendría que estar en el colegio y no en la calle, obligado a hacer esto”.
-“por un momento ví en sus ojitos sin esperanzas, los ojos de mi hijo, que lo tiene todo”.
-“¡por qué extraño sino tiene que perder su inocencia en esta espantosa escuela de la mendicidad!
-“¡qué distinta sería su vida dentro de un hogar acogedor…con una familia contenedora y cálida…!!!
-“¡tan anestesiados estamos como sociedad que toleramos así, mansamente, este naufragio!
Los dos conductores actuaron respondiendo a sus respectivos sistemas de creencias, sus particulares burbujas de realidad…las cuales determinaron que su chacra del corazón estuviese más abierto o menos abierto…más cerrado o menos cerrado…
Una vieja y muy conocida rima (creo que es de Almafuerte), pinta la relatividad de nuestra actitud ante la vida, de la siguiente manera:
“En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira…
Todo es según el color, del cristal con que se mira”.
A la luz de los comentarios anteriores, podríamos parafrasearla de esta forma:
“En este mundo engañoso, no ves las cosas tal cual son…
Las ves, hermano, simplemente…tal como esté tu corazón…”
(¿Y tu corazón… como está,… querido compañero de viaje…?)
FIN
¡¡¡Que distinto sería el mundo, si todos los seres tuvieran el corazón abierto!!!!
Gracias maestro, tu corazón es un ejemplo
CHIPY
«¡CHIPI dijo…!!» ;… ¡Apareció «CHIPY dijo»!…: ¡Bravo, compañera de viaje…! (¿Viste cómo todo se aprende…?)
Un abrazo grande…
¿Qué deberá pasar para que seamos más los de corazón abierto? Contrapuestas las dos posiciones se ve con mayor claridad los estragos que podemos causar con el corazón cerrado.Felicitaciones por la claridad con que expones las ideas.
Yo creo, amigo/a, que de a poco ya estamos conformando «la masa crítica»…, ¡y a partir de allí, el nuevo amanecer estará asegurado…!
¡Gracias por tu comentario!
¡Lo mejor para vos…!
Mirando con los ojos de la mente,
las vísceras se contraen, y aparecen los cuchillos…
Mirandocon los ojos del Corazón
el vientre se abre,
el pecho se ensancha,
las vísceras se te encienden
y tus ojos estallan en lágrimas de vida.
Y una sonrisa abarca todo tu rostro…
la sonrisa de un Corazón, que ha comprendido.
Sigue sonando la música.
Gracias, poeta
"Corazón abierto…corazón cerrado…":
¡esa disyuntiva, para ti es pasado…!,
porque en cada día de tu caminar,
¡tu corazón noble…sólo sabe amar…!
Un abrazo…
He visto Jorge, porque desde que era pequeña, siempre estaba con el mas debil, necesitado, sin entender porque me dolia a mi la herida de otra persona, las desgracias del otro, viendo el lado bueno de las personas, cosa que como no entendia, no lo daba importancia, por eso esta lecciones de mi yo superior, no para tener empatia, si no para darme cuenta de que si es cierto , que nota el dolor de las personas, veo su enfermedad, noto su tristeza, lo noto en mi….mi corazon siempre estubo abierto y yo, lo fui cerrando, hasta ahora que esta mas abierto que nunca………..QUE SENSACION , EL DARSE CUENTA, ahora siento el dolor, y doy amor, para intentar curar………
"…mi corazón siempre estuvo abierto y yo, lo fui cerrando, hasta ahora que esta mas abierto que nunca…":
¡te celebro y te honro, compañera de viaje!
Cuando veo a las personas a los ojos puedo ver muchas cosas …a veces insoportable dolor, miedo,otras veces inmenso amor, paz, sinceridad o mentira , desacuerdo … Otras veces nada solo espontaneidad sin carga, transparencia … Son mis reflejos o realmente siento por el otro en ese momento …de corazón abierto
Desde mi perspectiva, querida Sandra, el corazón abierto sólo ve a Dios en los ojos del otro.
El corazón cerrado, solo ve a alguien para "servirme" de él…, o para "defenderme" de él.
Y en el medio, la amplia gama de tonalidades: desde la momentánea "fusión" con el dolor del prójimo (lo describo en la entrada "En los Zapatos del Otro"), hasta "la caridad al paso" -para sacármelo de encima-…, pasando por la neutralidad que mencionas, Sandra, esa "espontaneidad sin carga,transparencia…"
Gracias por compartir tus reflexiones/inquietudes, compañera de viaje!