Estoy lleno de luz…, muy hondo inspiro,
y la hago descender por mi cabeza
y me satura con delicadeza
el aire luminoso que respiro.

Estoy lleno de luz…, en mi va entrando
y me va recorriendo por entero,
y en ese luminoso derrotero,
a todo mi organismo va sanando.

Estoy lleno de luz…, ¡qué maravilla!,
y en su corriente alada me extravío,
y me dejo llevar por ese río
que discurre sin cauce y sin orillas.

Estoy lleno de luz…, y en este estado,
la magnífica fuerza universal,
al modo de una Madre Celestial,
con su inmenso poder me ha saturado.

Estoy lleno de luz…, ¡qué algarabía!,
y es una luz tan grande y poderosa,
tan bella, tan potente y tan hermosa,
que mis células vibran de alegría.

Estoy lleno de luz…, la luz me sana…
Estoy lleno de luz…, la luz me cura…
Estoy lleno de luz y mi estructura
absorbe el resplandor de tanto prana.

Estoy lleno de luz…, y es tan grandiosa
que lo rejuvenece a mi organismo,
y ya no vuelvo más a ser el mismo
al absorber su esencia milagrosa.

Estoy lleno de luz… y sus fotones
regeneran mi cuerpo por completo,
al restaurar de un modo muy concreto
la original plantilla de instrucciones.

Estoy lleno de luz… y me sonrío,
y tengo tan feliz el corazón,
que aquí y ahora, lleno de emoción,
sólo atino a decir: ¡gracias, Dios mío!