¿Y si ya no segmentaras…?, ¿si no fueras dividiendo
el transcurrir de tu día, -tan huidizo, tan veloz-,
en un lapso de descanso, un tiempo para el sustento,
un ínterin para el ocio, y un espacio para Dios…?

¿Y si hoy fuese muy sencillo alcanzar la epifanía
de transcurrir fusionado con tu porción supra humana,
en las veinticuatro horas que lo conforman al día,
durante los siete días que tiene cada semana?

¿Y si en la Nueva Energía que se acaba de instalar,
trayéndonos el influjo de su Campo Cristalino,
ya no hace falta siquiera ni el orar ni el meditar
para tomar suavemente la mano de Lo Divino?

¿Y si hoy ya fuese posible que sólo con tu Intención
serenamente enfocada en esa Luz que en ti habita,
la elevaras de tal modo a tu propia vibración
que contactas al momento con tu Presencia Infinita?

¿Y si no hacen falta pasos, ni rituales, ni oficiantes,
ni horarios determinados ni precisas ceremonias,
para poder sumergirse en apenas un instante,
en ese sereno estado de Divina Parsimonia?

¿Y si no tiene importancia ni el momento ni el lugar,
-en la calle, en la oficina, en un banco, un bodegón-,
para dejar que te inunde esa marea sin par
de dulzura, de alegría, de bondad y compasión?

Tenlo presente, mi amigo: ¡es un tiempo de mudanza!,
y ahora tenemos ayuda de los Mundos Invisibles:
no te quedes prisionero de las antiguas usanzas
porque hoy todo es diferente…, ¡pruébalo…que ahora es posible!

Que aunque te parezca extraño, o te suene a disparate
toda esa grandiosidad que lo antedicho promete,
te aseguro, compañero, que esto no es ningún dislate:
¡ahora puedes fusionarte con Dios… 24/7!