¿Recuerdas quién eres, compañero mío…,
por entre los pliegues de esa vieja amnesia,
que todo lo oculta con mantos de olvido,
todo lo adormece, todo lo anestesia…?
Eres un viajero sabio que atesora
preciosos recuerdos de la eternidad,
por más que tus ojos contemplen ahora
sólo un cuerpo anclado en la densidad.
Has andado cielos lejanos y bellos,
y es claro el mandato que aquí te ha traído:
recordar la impronta de tu propio sello,
y plantar los brotes de un mundo ascendido.
Refréscale al alma planos olvidados,
usando, mi amigo, tu ojo espiritual,
y vuela a esos mundos que se hallan vedados
para nuestra mente tridimensional.
Piensa en escenarios que están aguardando,
como recordando algo que aún no fue:
representaciones que están esperando
que tú finalmente te pongas de pie.
Sueña con grandeza, sin sombras de duda,
y abre tu mirada a un nuevo fractal,
y ve al punto cero en dónde se anuda
tu plantilla humana con la celestial.
¡No estás en la Tierra para volar bajo,
ni para arrastrarte superficialmente,
ni para quedarte pegado en el barro
de los que se quejan cotidianamente!.
Eres tú quien plasma nuevas realidades,
y eres tú quien cambia todo alrededor,
usando el talento de tantas edades,
y por sobre todo, usando el amor.
procuro no quejarme aunque hay dias fatales.Pero llegare al punto 0 por medio del AMOR cueste lo que cueste y tarde lo que tarde.Esta noche voy a imaginar que ya he llegado… Gracias,mil gracias M.Luisa
¡Brindo por esa determinación, querida M.Luisa!
(Imaginar que ya sucede, y actuar "como sí", atrae poderosamente su realización).
Abrazo.