¡Cuántas veces, compañeros, las circunstancias diarias de la vida nos ponen a prueba!
¡Cuántas veces aparecen en nuestra jornada esos mínimos percances que nos “arruinan” el día!: un rayón en el coche…, un hijo que se enferma…, un artefacto que se rompe…, una visita inesperada…, un negocio frustrado…, un gasto imprevisto…, una discusión con tu pareja…
¡Y ni hablar cuando esa frustración es provocada por uno de esos tantos “pequeños tiranos” con los que nos cruzamos a cada rato!: el empleado público que nos atiende de mala gana…, el mozo que nos trae el café frío…, el jefe que exige “lo imposible”…, el socio que defrauda nuestra confianza…, el automovilista que nos lanza el coche encima…, el vecino que deja “su” basura en nuestra vereda…
Y la impaciencia empieza a transformarse en intolerancia…, y la intolerancia en ira…, y nos gana tal ofuscamiento que parece que fuéramos a “explotar”…
¿¡Quién no ha pasado por este estado, verdad?!
Aquellos que hayan explorado alguna vez la forma en que actúa la energía, tal vez traten de decirse: tengo que calmarme…, tengo que modificar mi enfoque…, debo pensar en positivo…etc. etc., más en ese estado de casi “emoción violenta”…los pensamientos positivos “chocan” contra tal muralla de enojo…, ¡que parecen alfileres intentando penetrar una coraza de acero!
Pero hay una manera de “salirse” rápido de ese pozo…, no “atacando” ese sentimiento de irritación profunda que sentimos…, sino “desmantelando” el sustrato energético que lo sostiene.
Para ello contamos con tres valiosas herramientas : la respiración…, la intención…y la visualización…: juntas, ¡son poderosísimas!)

EL PROCEDIMIENTO:

En el momento en que estés bajo el influjo de ese ofuscamiento…, DELIBERADAMENTE inhalas por la naríz lo más suave y extendido que puedas, mientras SIMULTÁNEAMENTE visualizas que una energía negra proveniente de la Tierra, penetra por tus pies hacia arriba…más…y más…ascendiendo por tu tronco , manos brazos, hombros, cabeza…atrapando en su recorrido los grumos oscuros y densos de la rabia, de la ira, de la discordia…, y luego, al exhalar también lentamente, la empujás hacia “afuera”, hacia la periferia de tu cuerpo…donde toda esa densidad malsana conformará una especie de costra…como una segunda piel de “barro” oscuro…sobre toda tu figura; y esa costra, ni bien termina de formarse, inmediatamente empieza a partirse en pedazos…como una corteza de fango reseca…cayendo sobre la tierra, que al instante la absorbe en su seno para transmutarla…
Luego de algunas respiraciones idénticas, cuando sientas intuitivamente que ya te “has limpiado”…, entonces, en el último ciclo “inhalación/respiración”, en lugar de energía negra, inhalás energía del color que tu intuición te indique, (ese color es el que estarás necesitando para terminar de armonizarte)…, y al exhalar, lo repartís por todo tu cuerpo.

En síntesis:
Inhalación: trepa por ti la energía negra atrapando los grumos de la viscosidad.
Exhalación: la empuja hacia afuera formando una costra que “estalla” al instante en pedazos.
Última respiración: reemplazas el negro por el color que “presientas” necesitar.

Les aseguro, amigos, (y me consta por experiencia propia), que este proceder simple y rápido, es MUY EFECTIVO…porque trabaja con un principio básico universal: LA ENERGÍA SIGUE AL PENSAMIENTO.
Al principio, tal vez necesiten varias respiraciones para alcanzar la calma y un estado emocional esclarecido…, pero con un poco de práctica, los alcanzarán con sólo tres o cuatro HECHAS A CONCIENCIA.
Tal vez ahora les parezca “fantasioso” pensar que en sólo uno o dos minutos puedan llegar a trocar la bronca en paz…la ira en calma.
Pero créanme que es así, compañeros: “ALLÍ DONDE ESTÁ TU ATENCIÓN…ESTÁ TU EXPERIENCIA”.
Y aunque parezca paradójico, LO MÁS DIFICIL de todo, es ACORDARSE, en el momento de esa gran irritación, que contamos con este recurso fácil y rápido para transmutar nuestro estado emocional en segundos (aunque en la medida que lo practiquen, los beneficios les resultarán tan satisfactorios, que empezarán a acordarse “al toque” –como dicen los chicos-)
Tal vez se hayan preguntado por qué trabajar con energía negra…: sucede que el color negro vibra muy lento (todo lo opuesto del blanco), y en su paso por el cuerpo va “magnetizando” y atrayendo, la energía negativa lenta que encuentra (los grumos del enojo).

NOTA: si pueden visualizar que esa costra de viscosidad se forma , no ya sobre la piel –como una segunda capa inmediatamente superpuesta-, sino a unos 20 o 30 cm. de ella, mejor aún.
Ello, para abarcar más efectivamente a los cuerpos energéticos emocional y mental:

(El cuerpo emocional, –que interpenetra al físico y al etérico-, se extiende hasta unos ocho centímetros más allá del cuerpo físico, y allí se forman las manchas áuricas -los grises del miedo y la tristeza, y los oscuros rojos de la irritabilidad y la ira-, que opacan sus colores naturales–que son los colores del arco iris-.
Y el cuerpo mental, -que cuando está “limpio”, es de un hermoso amarillo/dorado-, se extiende desde unos 20 cm. de la piel…-llegando hasta unos 60 cm. , en seres de notable claridad mental -. Se mancha con los grumos opacos de la mentira y de la falsedad, y la energía bloqueada de los pensamientos cristalizados y repetitivos, los preconceptos, las programaciones ancestrales, y los prejuicios.)

VARIANTE:
Esta misma meditación también es muy efectiva para aliviar molestias o dolores físicos: el procedimiento es idéntico, con la diferencia que en vez de “arrastrar” hacia afuera grumos de ira o rabia, “arrastramos” grumos de dolencia o malestar corporal.
En este caso, la costra debe extenderse sobre la periferia del cuerpo etérico (mitad material, mitad energético, es un puente entre tu biología y el resto del aura , sostiene la vitalidad de cada órgano, e interpenetra tu cuerpo físico, extendiéndose dos o tres centímetros más allá de la piel ).

Amigos: con su poderoso efecto alquímico, esta meditación hará que vuestras ¨ondículas¨ (ondas que se transforman en partículas, y viceversa), dancen el baile de la transmutación/purificación:
¡Vuestro cuerpo entero brillará con una luminiscencia maravillosa, un río espléndido de luz aparecerá a la vista de vuestro ojo interno, y una sensación de alivio y de sereno gozo se expandirá de inmediato por todo vuestro ser…!

Les insto cariñosamente a que la practiquen, compañeros de viaje…¡vamos! ¡anímense!
¡Ya es hora de que tomemos las riendas de nuestras vidas de magos…!