Suelta tus lastres, amigo,
haz a un lado tu mochila,
y deshazte de tus anclas…,
¡que el universo te cuida!.

¡¿Para qué ascender la cuesta
cargando una roca encima,
pudiendo asirte de un globo
para subir tu colina?!

Y si eres de los que creen
que “así fue siempre la vida”…,
eso tal vez era cierto
en una vieja energía.

Pero en la energía nueva,
en la que estamos hoy día,
¡la vida es únicamente
aquello que tú decidas…!

¡Tu intención se encuentra al mando!,
y ella en sí misma es creativa,
y da forma a tu existencia
según sea tu expectativa.

¿Eliges verla una cárcel…?,
¿eliges verla infinita…?…,
¿es un camino de rosas…?,
¿un entramado de espinas…?

La visión a la que adhieras
marcará tu travesía ,
porque eres tú quien escoge
tu enfoque y tu perspectiva.

Y si quisieras cambiarla
de manera definida,
oblígate a imaginarte
que el cambio ya entró en tu vida.

Sólo mírate teniendo
eso que tanto precisas:
salud, amor o abundancia,
o una conciencia expandida.

Y deshecha antes que nazca
cualquier idea sombría;
¡no permitas ni un segundo
su vibración negativa!

¡Tienes que crearte un clima
de “convicción expansiva”,
donde no pueda tocarte
la duda más pequeñita!:

un vórtice vibratorio
donde tu certeza anida,
y en donde la incertidumbre
ya no tiene más cabida.

En esa atmósfera propia
tu intención se magnetiza,
y se torna en un imán
que atrae lo que precisas.

Convéncete que ya es tuyo
eso que tu ser ansía,
y desde el fondo del alma
¡bríndale la bienvenida!.

¡Contémplalo alborozado,
siente ya esa algarabía,
y actúa en correspondencia
con esa enorme alegría!

¡Que es el pensar y el sentir
y el actuar como lo harías
si lo que quieres ya es cierto,
lo que lo materializa!

¡Vamos, amigo, reajusta
tu percepción cada día,
y vuélvete ese magneto
que jala las maravillas!

Ponte el sombrero de mago,
y empúñala a tu varita,
que si crees en tu magia,
¡ella aparece en tu vida!.