Vidas y vidas has ido transitando
persuadido de que eras “poca cosa”,
como esa oruga que vive ignorando
que un día ha de volverse mariposa.

Hay sistemas de creencias que ex profeso
te convencieron de tu nulo valor,
y te grabaron, hasta dejarlo impreso,
que eras un inservible, un pecador.

Por eso, desde lo más recóndito,
has ignorado, andando por aquí,
que eras un ángel que viaja de incógnito,
camuflado aún incluso para ti.

Y si alguien se mostraba predispuesto
a hablar de lo grandioso que en ti late,
tú contestabas, incrédulo y molesto:
¿yo, un ser valioso?…, ¡pero qué dislate!

Fueron miles de vidas engañado,
pero ahora en esta, tu existencia actual,
el velo se va haciendo más delgado,
y ya percibes tu valor real.

Vas tomando conciencia lentamente
que nunca has sido alguien inferior:
¡llevas en tu interior Luz de la Fuente!,
¡lates con el Latido del Creador!.

¡Eres un Constructor de mundos bellos,
diseñando Sistemas Estelares,
y habitando después en uno de ellos
para jugar a ser simples mortales!

Y hoy que despiertas de tu propio sueño,
de a poco recuperas tu grandeza,
te quitas ese traje de “pequeño”,
y asumes tu real naturaleza.

Y sin el polvo del oscurantismo,
viendo tu oro, que ahora queda expuesto,
te dices, como hablándote a ti mismo:
¿yo, un ser valioso?…, ¡pero por supuesto!