Respirás hondo…, profundo…, y mirás hacia atrás…, a lo vivido…

Se te aparece de golpe tu vida entera…fluyendo como un río indetenible…, que te traspasa atropelladamente…

Y en ese carrousel alocado de imágenes fugaces…, estás viendo la película acelerada de toda tu existencia…

Sin saber bien porqué, “detenés” la imagen allí…en esa escena de tu infancia…, cuando a los cinco años, te asustó en la plaza ese perro enorme aparecido como de la nada…

¡Que sobresalto tremendo entonces…!…¡y pensar que ahora, apenas si te provoca una sonrisa ese recuerdo…!

¿Dónde quedaron esa desesperación y ese miedo…, que parecían no caber en tu cuerpecito agitado…, hasta que te “rescataron” los brazos de mamá o papá…?

Viéndolo ahora, desde tu conciencia adulta, te provoca ternura esa remembranza de tu niñez…, pero en su momento…¡que real y sofocante fue ese espanto…!, ¡que pavoroso fue ese instante…!

La película de tu vida sigue fluyendo ahora en la pantalla de tu mente…y súbitamente, te das cuenta de cuántos “perros enormes” fueron apareciendo como de la nada en ella…, provocándote un dolor parecido…, un terror similar…:
ese examen que no aprobaste en la secundaria…; aquella pareja que te engañó…; la ocasión en que te despidieron del trabajo sin explicaciones…; la primera vez que te fuiste de casa…; aquella enfermedad inexplicable…; la estafa con aquel préstamo…; el amigo que te traicionó…; los desencuentros con tus hijos…

¡Cuántas cicatrices en el alma…! ¡Cuántas pequeñas muertes…que te han ido matando lentamente…!

¡Cuántas corazas que te fabricaste para poder sobrevivir…, ante cada uno de esos “perros enormes” que aparecían amenazantes en tu senda…!

¡Y ya no estaban los brazos de papá y mamá para ¨salvarte¨!

¿Adónde fue quedando tu alegría de vivir…, la confianza en ese ¨algo¨ superior que te cuidaba…, la esperanza de que cada día sería mejor que el anterior…?

Pero esas expectativas no se han muerto…: están allí…, aletargadas…., sofocadas por tantos escudos, tantos muros, tantos parapetos…

Y ahora has decidido que ya está harto de ¨protegerte¨…

¡Ya no más…!

Ya has comenzado a darte cuenta que adentro tuyo está tu mejor “defensa”… : una fuente de paz inagotable, que nada ni nadie pueden alterar…

Con tu intención y tu respiración, profundizás ahora tu estado meditativo…, vas entrando suavemente…cada vez más…en tu ¨dulce lugar¨…y empezás a sentir las sutiles vibraciones de aquello Superior que te habita…: esas altísimas frecuencias, en las que todo pesar se desvanece…

Y allí…, instalado en la magia del Eterno Presente…, sentís una vez más la perfección del instante…, la belleza de lo supra terreno en vos…esa sabiduría más allá del tiempo…

Y en una ráfaga de liberadora comprensión, percibís con toda la masa de tu ser…¡que vibrar alto te hace invulnerable…!

¡Lo ¨negativo¨ no puede ingresar nunca en los dominios de la luz…!

Y allí…anclado firmemente en el aquí y ahora…sentís que ningún “perro enorme” podrá jamás volver a asustarte…!

FIN