Vuélvete un regalo para el que contigo
se cruce en tu senda por casualidad…,
ve en él a un hermano…, ve en él a un amigo…,
y percibe su escondida bondad…

Vuélvete un obsequio para el que te observa,
comparte la calma que hay en tu interior,
y ya sin prejuicios, dudas, o reservas,
irradiale simplemente tu amor…

Cuando no discutes, cuando no te ofendes,
cuando no pretendes tener la razón,
y tratas a todos amorosamente,
les estás brindando tu alta vibración…

¿Dices que es difícil en este escenario…,
que hay mucha locura…, que hay mucha inquietud…?
¡Es por eso mismo que es tan necesario
que no guardes dentro tuyo tu luz…!

¡Deja que tu alma, dulce, mansamente,
esparza el perfume de tu compasión…,
y sin alharacas, vuélvete realmente,
una ofrenda para cada corazón…!