Cuando estés solo…, ¡cantá…!, ¡reí gozoso…!,
¡jugá con vos…, y hacete travesuras…!,
porque está con el ser más grandioso…,
“alguien” que nunca va a dejarte a oscuras…:

estás con el Ángel que te habita,
el que te entibia siempre el corazón…,
ese que en cada día que transitas,
te recuerda tu divina condición…

Él es el resplandor que te protege
cuando más inclemente se hace el viaje…,
y el artesano que teje y que desteje,
el entramado de tu aprendizaje…

¡Celebrá su presencia, compañero…,
tanto en la cumbre…, como en el abismo!,
y brindate el abrazo más sincero…,
porque vos y tu Ángel…¡son lo mismo…!

MEDITACIÓN: VOS Y TU ÁNGEL

Estás allí…trabado…, indeciso…, temeroso…, sin saber bien que hacer…

Estás vibrando bajo en tu experiencia humana…, y te sentís vulnerable…, indefenso…, agredido por tus circunstancias: ¡pareciera que nada te sale bien…!

Sin embargo, íntimamente sentís que debe haber “algo más”, por detrás del escenario de tu vida…; que eso que se presenta a diario ante tus ojos, es demasiado pobre para ser todo lo que hay…

Y es ella…, tu propia Divinidad en tu interior…, la que a través de incipientes atisbos de intuición, te está recordando que sos una pieza de Dios…, ¡pero te resistís a ¨semejante revelación¨!

“¡¿Quién…?! ¡¿Yo…, una parte de Dios…?! ¡Pero por favor…! ¡Si apenas puedo con mi propia vida…!!!”

Y es entendible tu reacción: …el temor al cambio…, a dejar de verte como una víctima de las circunstancias…, el miedo a tu propia Grandeza…, forman parte de ser un humano aquí sobre la Tierra…

Y el simple instinto de supervivencia se siente amenazado…, y forcejea para seguir siendo el dueño de la situación, frenando cualquier ¨osadía¨ que lo ponga en peligro…

Pero tu Ángel Dorado te sigue invitando:
“Vamos…, no temas…, estás a salvo…, estás conmigo…! ¡Sólo da un paso adelante…! ¡Sólo un paso…! ¡Dalo confiado…y luego ese paso habrá de llevarte a los siguientes…!

¡…Y cuando menos te lo esperes, empezarás a elevarte del suelo…y estaremos volando con alas de luz…!

Y comenzarás a verlo todo con ¨otros ojos¨…: encontrarás la belleza escondida en cada pérdida…, en cada aparente derrota…, en cada piedra del camino…

… Percibirás el regalo de amor oculto en ellas…y gradualmente, el regocijo de vivir se expandirá dentro de ti…y a tu alrededor…como un bálsamo acariciante sobre las heridas de tu prójimo…

Y sin que sepas bien de que manera…¡verás tu vida entera transformada en un canto de celebración…!”

FIN