¡Vuelve a creer…, como cuando eras niño…!
La vida puede volver a ser hermosa,
como en aquellos años de cariño…,
¡ese tiempo feliz de mariposas…!
¡Vuelve a creer…! Allí está ese pequeño
que en tu alma habita silenciosamente,
y que a la noche, cuando te vence el sueño,
en voz baja te llama dulcemente…
¡Vuelve a creer…! ¡Él te ama…!, y allí late
aguardando tan solo tu presencia…
¡Extiéndele tu mano y animate
al rescate feliz de su inocencia…!
¡Vuelve a creer…! ¿Dónde está acaso escrito
que en el duro camino a la adultez,
ha de quedar para siempre marchito
el mágico candor de la niñez…?
¡Vuelve a creer…! Deja que tu mirada
vuelva a ser pura, límpida, inocente…
¡Vuelve a mirar debajo de la almohada
si los ratones se llevaron tu diente…!
Todavía nos queda la pureza
guardada en el desván de nuestra infancia…
¡Vuelve a creer…!, porque la vida empieza
¡cuando recuperamos la esperanza…!
Hola Jorge,querido amigo !!!!
Me encantó el poema…Hermoso mensaje.Muy tierno y bello.
Un beso.
Gracias, amiga…
Un beso a tu niñita interior…
Jorge, gracias a mi Dios amado, me regaló dos tesoros, una de 4 y uno de 3, son mis pequeños maestros que me piden a gritos, mamita vuelve, vuelve a ceer…
Tenía tanto miedo de ser mamá, MAMÄ es una palabra muy grande como mi María pensé que debía ser, pero en el camino aprendiendo estoy a ceer…
¡Pues sí, Luisa!: ¡vuelve a creer!: por ellos…, por ti…, por el planeta…, por todos…
¡Tu vibración es importante en el concierto de la Vida…, y el mundo necesita de tu elevada energía, de tu luz interior, de tu capacidad de amar y de tu ternura!
¡Vuelve a creer, compañera de viaje!