¿Eliges cada momento
las ideas en tu cabeza?
O dicho con más simpleza:
¿escoges tus pensamientos?
¡Selecciona los que surgen!:
mira que es siempre una idea
la que excluye o la que crea
las cuestiones que te urgen.
Y si aparece, furtiva,
una que empaña tu paz,
entonces dite, tenaz,
y con voz bien alta y viva:
“¡Yo escojo mis pensamientos!:
abrazo los que me elevan,
y excluyo los que me llevan
a impregnarme de lamentos.”
Y si acaso una aflicción
persiste en nublar tu día,
piensa en cómo se vería
vista con otra visión.
¡Yo escojo mis pensamientos!:
y me quedo con los puros,
los que se saltan mil muros
por ver otros firmamentos.
Si insistes en esta senda
tu mente hará lo que digas:
¡será tu mejor amiga,
y te quitará tus vendas!
¡Yo escojo mis pensamientos!,
y adoro los que con calma
van acariciando el Alma
y la nutren cien por ciento.
Y verás que no te asombras
si en ti la Luz se refleja
cuando lo oscuro se aleja…
porque la Luz…, ¡no da sombra!
¡Yo escojo mis pensamientos!:
y si me llenan de paz
y la irradio a los demás…
¡entonces más los sustento!
¿Y por qué es esto, al final,
cierto, claro y contundente?,
porque la Vida, realmente,
¡es un estado mental!
(Y habrá en ti el presentimiento
del mundo vuelto un Edén,
el día en que cada quien
¡escoja sus pensamientos!)
totalmente de acuerdo gracias señor Jorge su amiga de siempre desde detroit
soy Sandra venezolana
Gracias, Sandra, mi amiga venezolana allí en Detroit!
Qué andes más que bien, compañera de viaje!