Poesía, video

Cuando a nadie lo dañas
andando por aquí,
¿sabes lo que consigues?:
¡no lastimarte a ti!,

porque de una manera
multidimensional,
estamos conectados
en una Red Astral.

Cuando vas esparciendo
tu dulzura, tu paz,
tu amor y tu grandeza
donde quiera que vas,

permites de ese modo
que tu esplendor se irradie,
y así de esa manera,
¡nunca hieres a nadie!

Pero además se cumple
de un modo consagrado,
lo que la Ley impone:
¡recibes lo que has dado!

Y si tu gesto noble
no fue por interés,
no te devuelven doble…,
¡te devuelven por tres!,

porque en el bello esquema
que diseñó El Creador,
el Amor es su núcleo,
su Divino Motor.

¡Vamos…, camina alegre,
y busca hacer el bien,
porque todo se esfuma…
¡y tu vida también!

Y aunque no sea tu meta,
tu encarnación siguiente
será favorecida
de un modo contundente.

¡Porque nada se escapa,
-ni siquiera estos versos-,
del Registro Contable
que lleva el Universo!

Y al que tejió en silencio
su tejido de amor,
le tiene reservada
su vibración mejor.

Y al de corazón duro
que a nadie hizo feliz,
le tocará de nuevo
su papel de aprendiz.

¡Tú eliges, compañero!:
tus oleajes guardar…,
¡o dejar que tus aguas
desagüen en el mar!