¡Te declaro inocente…,
libre de culpa y cargo…!,
¡limpio de toda mancha…,
sin sombra ni pecado…!
¡Te declaro inocente
de las penas del mundo…,
del dolor en el aire…,
del miedo…y del pasado…!

¡Te declaro inocente!:
¡hoy nacerás de nuevo…!
¡Ordeno que se queme
de una vez tu prontuario!
¡No se te halla culpable
de la risa omitida…,
la caricia negada…,
o el verbo mal usado…!

¡Te declaro inocente…
y acepto tu descargo!:
¡cómo podías saber
del daño perpetrado,
por la palabra dura…,
el elogio no dicho…,
el gesto desdeñoso…,
o el beso que no has dado…!

¡Te declaro inocente…,
y se anulan los cargos…!:
tu corazón se limpia
frente a toda la gente…,
damos vuelta la hoja
de un capítulo amargo…,
y al hacerlo…también…
¡me declaro inocente…!