Compañero de senda, voy a pedirte un favor…

Pensá por un momento en aquello que te produce un sentimiento de “total plenitud” en tu vida.

Y ahora, por favor, ubicá otro de esos sucesos que te generan esa dicha intensa…y por último, un tercero de tales acontecimientos…

Si los contemplás a los tres detenidamente…objetivamente…desapasionadamente…, verás que todos ellos tienen algo en común: estar “calibrados” en un rango de elevada frecuencia vibratoria en ti…

E inversamente, la infelicidad no deriva de hechos “externos” desagradables…sino justamente del descenso de esas altas frecuencias…

Y fijate que aquellas experiencias que te hacen sentir mal…, cuando las enfocás desde tu Ser Mayor (el “ perspectivador” dentro de ti), las percibís de un modo completamente distinto: dejan de ser sucesos negativos…para pasar a ser sólo desafíos que están allí a efectos de propiciar tu crecimiento.

Por eso, amigo, lo que para el ego de tercera dimensión es una catástrofe…, para tu Yo de quinta dimensión es un estímulo novedoso…un reto provocativo…

Como el mundo, en última instancia, no es más que una forma de pensamiento, lo que sucede en realidad al “trasladarte de planos”, es que le quitás a los pensamientos negativos la energía que necesitan para su subsistencia…y te “enganchás” a la frecuencia superior de los positivos…los que construyen esa vida magnífica que querés vivir…

De modo tal, compañero, que cuando estés en el medio de un “drama”…podés simplemente decidir “bajarte” de él… diciéndote a vos mismo : “Voy a ver esto desde el enfoque más elevado, sea cual sea…”

Cambiá en ese mismo instante el punto de percepción, para llevarlo a lo más alto posible…y desde ese rango vibratorio superior, podrás asumir comportamientos de los que antes no te hubieses creído capaz …

Podrás, por ejemplo, atravesar las peores experiencias por las que pueda pasar un ser humano…y sin embargo, mantenerte imperturbable…y en ocasiones, ¡hasta reirte de ellas…!

Porque el dolor y el miedo no pueden acceder al ámbito de una energía elevada…y estarás entonces libre y abierto para todas las posibilidades…

Y al asumir una nueva forma de ver las cosas…te empoderarás con nuevas creencias más altas…operarás desde la certeza más absoluta…y comenzarás a dar respuestas originales, creativas y superadoras a los desafíos que se te vayan presentando… (respuestas que aportarán soluciones para el mayor bien de TODOS los involucrados).

Y desde los altos andamios de la alegría, la belleza, la armonía y la gracia…te irás reencontrando con esa parte del Cielo dentro de ti…esa dulzura primordial de tu verdadera Presencia…

Y en ese sentido, es importante saber lo siguiente:

– ya estamos avanzando aceleradamente en nuestro proceso de ascensión.

– ya estamos empezando a mutar nuestro viejo modo de ser.

– ya soltamos gran parte de la energía residual que bloqueaba nuestros avances.

– ya estamos asimilando, en cada célula de nuestro cuerpo, las vibraciones magnéticas que, penetrando nuestro ADN, lo recalibran en la frecuencia de la “recordación” de su poder.

– ya nos estamos conectando a las retículas planetarias –el campo etéreo de la Tierra-, y a la conciencia superior que esa conexión implica.

– y en consecuencia, ya nos estamos moviendo hacia cosmovisiones superiores…desafíos diferentes…lecciones de maestría más elevadas…

Ahora podés trascender el “verdadero” velo: el de las limitaciones autoimpuestas.

Ahora podés avanzar más allá de lo que nunca te creíste capaz…

Ahora podés celebrar, junto con tus células, la pulsación de la Nueva Energía…

Ahora el tiempo y el espacio existen desde ti…y para ti… : ¡manejalos con tu magia!

¡Vamos, amigo…!

¡Asumí el poder que hay dentro tuyo…!

Desde tu mirada…desde tu pensamiento…desde tu palabra…desde tu intención…¡¡tenés la capacidad de hacer prodigios…!!

¡Encarná tu Divinidad!

¡Trepá los escalones de tu luz para transformarte en lo que quieras ser…!

Y con independencia de lo que tu mirada te muestre…¡encontrá la pura belleza que cada situación encierra en sí misma…!:

¡¡¡Cambiá tus ojos, para cambiar tu mundo…!!!