Después que a la playa besa
la ola se va, complacida,
más siempre, siempre regresa
cual amante arrepentida.
Fugaz también es la historia
de cada nube al pasar:
ignora su trayectoria
y lo breve de su andar.
Igualmente así sucede
con la rosa y su esplendor:
¡no hay forma de que se quede
para siempre su fulgor!
Y así es con todas las cosas
en el cósmico programa:
un día se seca la rosa,
y otro se seca la rama.
Es el formato imperante:
llegar… y después partir…,
¡si hasta el astro más brillante
dejará de refulgir!
Incluso tú, peregrino,
caminas sobre esa huella,
porque eres, en tu destino,
rosa, nube, ola y estrella:
un itinerario fijo,
un plazo que va venciendo,
el trayecto, un acertijo,
y un estar siempre volviendo.
Pero a diferencia de ellas,
tú sientes, en tu interior,
que hay “algo” en ti que destella
con ansias de un Yo Mayor.
Y ese ideal que subyace,
esa ilusión del reencuentro,
te impulsa a mezclar tu envase
con la Luz que llevas dentro.
Y en la medida en que empalmas
el “Yo Soy” y el yo fugaz,
mientras te fundes en tu alma,
¡sabes que nunca te vas!
Mi amado Jorge :
Que hermoso lo dices, somos:
-» rosa, nube, ola y estrella»
Eso quiere decir que puedo estar en mi jardín o en el tuyo, en mi cielo o en tu cielo, en mi estrella o en la tuya y en este mismo planeta.
Y regresar a la misma playa para volverte a encontrar.
Te amo.
jaja ¡Tú también «lo dices hermoso», querida Tere!
Aunque en verdad no necesitamos nada de ello, amiga mía: ¡las almas afines no saben de espacio-tiempo!
Tienes toda la razón, pero es hermoso creer que todo es posible….. Te amo
Si…, no saben de espacio tiempo, pero acá en la tierra, ¡cómo te extraño!…, mi querida alma Afín..
PD.-Mi amado Jorge.
Sal ésta noche a ver la superluna roja en eclipse total, yo estaré en la otra orilla viéndola también, y a lo mejor en un descuido nuestras almas se sienten juntas a contemplarla….. Te amo.
jaja… ¡Preciosa y sagrada invitación la tuya!