¡Relájate, amigo!, y suelta los remos…,
deja que tu bote fluya suavemente…,
¡es todo más fácil si al fin accedemos
a que nos impulse la propia corriente…!
¡Relájate, amigo!, refrena tu marcha,
y toma las cosas así, como son:
calor en verano…, en invierno, escarcha…,
a veces, encanto…, y otras, decepción…
¡Relájate, amigo!, y afloja ese lazo
de los “deberías” que te está asfixiando:
¡nadie puede hacerte que “marques el paso”,
si lo que tú quieres es ir zigzagueando!
¡Relájate, amigo!, arroja tu lastre…,
¡no tiene sentido que vivas así!,
si tú ya bien sabes que ningún desastre
puede hacerle mella a la luz en ti…
¡Relájate, amigo!: es todo tan breve…
¡somos pasajeros de un viaje fugaz!,
sino dime acaso, ¿dónde está ese pliegue
de angustia en tu frente de hace un año atrás…?
¡Relájate, amigo!, nada es tan tremendo
que no pueda verse con otra visión…,
porque siempre, siempre, eso que estás viendo,
¡se ve de otro modo desde el corazón!
¡Relájate, amigo!, ¡sosiégate un poco!:
no vale la pena sufrir por sufrir…,
¡recuerda que tienes un costado loco
que tan sólo quiere cantar y reír…!
¡Son tantas las vidas que llevas a cuestas…,
tantas las mochilas que cargas contigo,
que es hora que empieces a gozar la fiesta!:
¡suelta ya los remos…!, ¡relájate, amigo…!
Jorge, todos tus poemas son exquisitos, sabios, maravillosos, dulces, mueven el alma. Por lo tanto te diré MIL GRACIAS. Tus poemas son un puerto en el que he estado desde que conocí "Por algo pasan las cosas", y sigo navegando en tus aguas, enriqueciéndome y elevando mi conciencia. Un abrazo de Beatriz desde Colombia
Infinitas gracias, querida Beatriz, por tu tierno mensaje: ¡es un dulce aliciente para continuar en la senda!
Un cálido abrazo, compañera de viaje…