¿Buscas sanarte realmente
de molestias que te aquejan
a diario, continuamente,
y “vivir bien” no te dejan?
Dos pasos son, ciertamente,
los que aportan soluciones:
“verte” sano allí en tu mente,
y “hablarte”, sin dilaciones.
Y asimismo, en tales pasos
hay dos claves ex profeso,
que si se cumplen sus trazos
aceleran el proceso.
La primera es CLARIDAD
en cada visión creada:
¡visualizar DE VERDAD
tu salud recuperada!
Debes contemplarte fuerte,
completamente sanado,
(¡y allí en tu auto imagen verte
con tu vigor recobrado!)
Y la segunda es usando
constante REPETICIÓN,
(no hacerlo “de vez en cuando”,
sin fuerza o sin convicción).
La reiteración estable,
tan firme como tenaz,
deja una impronta imborrable
que no se esfuma jamás.
¿Y qué es lo que hace que arrollen
con tan preciso diseño?:
¡el hecho cierto de que ellas
oyen la voz “de su Dueño”!
Frases como las siguientes,
(dichas con voz firme y honda,
y convencido realmente),
¡dejan su profunda impronta!:
“La salud plena la abona
a mi nueva realidad,
¡y mi organismo funciona
con total normalidad!”
“¡Soy fuerte, soy poderoso,
todo en mí se encuentra bien,
y puedo afirmar con gozo
que es este mi Nuevo Edén!”
Y así tu cuerpo, de a poco
recobra “el original”,
al ir haciendo así foco
en cada imagen mental.
Y el moldear “tu realidad”
con tan continuo mensaje,
¡es lo que hace de verdad
que te sanes en tu viaje!
Por eso, si desesperas
por ver tu salud en bajada,
¡tus células allí esperan
que “las veas” YA SANADAS!
