Allí estás…, mirando el traje
de quien suelta su equipaje
y empieza a doblar la esquina,
y yo te pregunto a ti
mientras te apenas así,
¿quién dijo que se termina?
Tú supones que la muerte
se lo lleva al ser inerte
de esta existencia ya trunca,
pero la Señora Oscura
entre las sombras murmura:
¡yo a nadie me llevé nunca!
¡No puede hacerlo aunque quiera!,
y se queda, plañidera,
viendo a esa Esencia partir:
ya libre de su carruaje
el alma sigue su viaje,
y nada la puede asir.
Y qué extraña paradoja
ese dar vuelta la hoja
de su savia cristalina,
porque aunque allí nos parece
que de algún modo fenece,
¡su existencia no culmina!
Y el viaje que emprende es bello,
y hay algo mágico en ello
porque se divide allí,
y para darte consuelo,
parte queda tras del velo,
¡y parte cerca de ti…!
¿No has sentido, camarada,
que las presencias amadas
de los seres que se van,
de maneras amorosas,
sutiles y silenciosas,
allí a tu lado aún están?
¡Y qué bellas las señales
más comunes y habituales
que dejan alrededor!,
son variadas y sutiles,
angelicales, gentiles,
y siempre llenas de amor:
luces que se prenden solas…,
murmullos de caracolas…
inspiraciones en sueños…,
aromas que nunca oliste…,
o el sentir que ratos tristes
se transforman en risueños…
Y son todas esas pistas
que como eximios artistas
van dejando para ti,
como voces inaudibles
que dicen en lo Invisible:
“¡estoy aquí…, estoy aquí…!”
Y tú, al sentir la evidencia
de su exquisita presencia
hecha de esencia divina,
dirás con suave alborozo,
entre perplejo y gozoso,
¡¿quién dijo que se termina?!
Mi amado Jorge :
Es un inmenso gozo, saber que somos inmortales, y que en el ir y venir de la vida, podemos estar allá y aquí.
Y cuando llegue el momento de haber pasado la prueba o cumplido la misión, seguiremos avanzando en perfección.
Pero la más hermosa experiencia es haber tocado a otros con el cuerpo y con el alma, y quedarnos un poquito allí, a las vez que nos han tocado y se han quedado aquí.
Te cuento: Una de mis mascotas amada está a punto de partir, y aunque me pone triste, se que se irá a un lugar hermoso más allá del arcoiris dónde será muy feliz y cuando llegue mi día él estará esperándome del otro lado del puente y se me lanzará a
los brazos como lo hacía aquí.
Gracias Jorge por recordarmelo.
Te amo.
Sí…, claro que se arrojará a tus brazos, querida Tere…, porque los lazos del amor puro no saben de dimensiones…
Gran abrazo, amiga!
Gracias por ese gran abrazo consolador….. Te amo
Mi amado Jorge :
Te comparto mi alegría..
Mi perrito no quiso dejarme todavía, y gracias al poder del amor y hablarle a sus células, se restableció totalmente, es como si hubiera renacido, esta jovial, muy cariñoso, mueve la cola y ha vuelto a ladrar.
Llena nuestros espacios con su presencia.
Gracias porque se que lo entiendes.
Te amo
jaja! ¡Qué lindo!!! ¡Genial!!!
Gracias por compartirme tu felicidad de guau guaus y lamidas!
Un gran abrazo para ti, y otro para tu fuentecita de amor incondicional!
Admirado poeta, ya le he escrito varias cartas donde he plasmado mi admiración por sus bellas poesías, que en el descubrimiento, han cambiado mi vida por esos claros sentimientos volcados, de amor inconmesurable por la vida y por el prójimo. Le mando una vez más mi mayor admiración y gozosa experiencias por leerlo y emocionar mi corazón y mi cuerpo todo… al punto de no controlar las lágrimas. Le envío un abrazo lleno de cariño e inmensa admiración.
Gina Dillems.
Gracias por tu bello y expresivo mensaje, querida Gina!
Gracias por la emoción de tu corazón, y por el rocío de esas lágrimas vertidas…
¡Infinitas gracias, compañera de viaje!