Porque he aprendido a detenerme…,
me quedo absorto ante un cielo estrellado,
¡y le pido su brillo de prestado
para resplandecerme…!
Porque he aprendido a detenerme…,
oigo el murmullo que me trae el viento,
¡y me transformo en puro sentimiento
cuando empieza a envolverme…!
Porque he aprendido a detenerme…,
trepo a un rayo de luna en la ventana,
¡y mi alma vuela tras de la persiana
mientras la Vida duerme!
Porque he aprendido a detenerme…,
puedo parar el mundo con mi aliento,
¡y subirme a ese mágico momento
que viene a estremecerme…!
Porque he aprendido a detenerme…,
consigo registrar de cada día,
la más dulce y etérea epifanía
que pudiera ofrecerme…
Porque he aprendido a detenerme…,
puedo mirar tus ojos inocentes…,
-¡que son los ojos de toda la gente!-,
…y en ellos disolverme…
¡Ya nada bello puede ajeno serme!:
ni el aleteo de una mariposa…,
ni el efímero aroma de una rosa…
¡porque he aprendido a detenerme!
Hola, Que bellos momentos cuando por unos instantes se disuelve el alma al contemplar un cielo claro, o las estrellas, en fin miles de escenarios, que dejan el alma plena.
Como sucede cuando se leen tus poemas. afectusamente Merly…
¡Gracias, amiga…por tus bellas reflexiones…y tu constante gentileza!
Parar…detenerse,es el paso previo,para no perderse el asombroso y mágico espectáculo de la VIDA,sucediendo,adentro y afuera…
Todos los temas son imperdibles…
Abrazos.Leonor
¡Que disfrutes a pleno, amiga mía, ese "…asombroso y mágico espectáculo de la VIDA…"!
Hace algun tiempo que aprendí a detenerme ante las pequeñas-grandes cosas que a veces son las más hermosas.. y a disfrutar de los pequeños-grandes instantes que a veces son los más importantes.
"¡Ya nada bello puede ajeno serme!:
ni el aleteo de una mariposa…,
ni el efímero aroma de una rosa…
…
Ni la lectura de un poema como este que tan profundamente me llega..
Un cariñoso abrazo Jorge y mil gracias…!!!
Juana Mª
Así es, amiga: cada pequeño-gran instante, es una gema inapreciable en la diadema de la Vida!
¡Gracias por tu cálido mensaje!