Después de tantas y tantas vidas
como Alma Antigua sobre el planeta,
se va cerrando la vieja herida
de una existencia siempre incompleta.
Y hoy finalmente te vas librando
de tus cadenas de densidad,
y lentamente vas ingresando
en otro Orden de Realidad.
Igual que a Alicia ante el espejo,
lo portentoso te toca el hombro,
y allí te quedas, mudo y perplejo,
la boca abierta de tanto asombro.
Líneas de tiempo desconocidas
ahora se te abren como mil manos…,
¿serás “tú mismo” en otras vidas?,
¿yoes que habitan en otros planos?
Son como vórtices fluctuantes
que están pendientes de tu accionar,
cual si oscilaran, tenues, flotantes,
según tu modo de parpadear.
Y en locos giros de serpentinas,
-verde esmeralda, rojo rubí,
azul zafiro, luz diamantina-,
danzan su danza solo por ti.
Y al ir probando, un poco a tientas,
te llega allí una intuición:
la que más brilla y se incrementa,
¡es la que atraes con tu atención!
Y ella parece querer decirte
de una manera paradojal,
“puedes sentirme…, o puedes irte…:
¡eliges tú el Punto Focal!”
Si allí pensaras “¡¿cómo te siento?!
¡Dame una pista, alguna clave!”,
te llegaría un presentimiento:
“¡en tu conciencia está la llave!”
“Porque en un juego de cien partidas
que juegas en simultaneidad,
te multiplicas en muchas vidas
mientras caminas a la Unidad”.
Y como Alicia ante el espejo
en ese instante puro y sagrado,
sabrás al verte en tu reflejo,
que eres quien Crea…, y Lo Creado…
Querido Jorge, hoy por fin he decidido escribirte para darte las gracias por tu entrega y por tanto amor recibido. Fuiste el regalo más bello que jamás habré tenido, en diciembre del pasado año coincidiendo con el día de mi cumpleaños, sin saber cómo, apareció en la pantalla de mi teléfono móvil un cuento “El poeta errante”, enseguida me di cuenta que era un regalo del Padre, porque despertó en mí lejanas reminiscencias de mundos olvidados…Desde entonces tus poesías inspiradas y profundas, han sido como ese espejo por el cual me asomo y puedo contemplar con asombro la belleza que permanecía dormida.
Infinitas gracias
¡Guauuuuu…, reguauuuuu… y requeteguauuuu!!!
¡Me has dejado «mudo de tanto asombro» con tu precioso comentario, tan profundo y sentido, amiga mía!
Me calificas de «…el regalo más bello que jamás habré tenido…»!
Y yo te digo que tu bellísimo mensaje, es también el más hermoso que podría recibir…
Y porque compartimos «…lejanas reminiscencias de mundos olvidados…», solo puedo darte las gracias…, de rodillas…, con emocionada unción…, y el corazón de testigo…
Muchas gracias Jorge por tus delicadas palabras, estoy muy agradecida. Ha sido un fin de semana especial. Gracias
¡Infinitas Gracias Jorge! Por ese don compartido, de plasmar en tus poesía lo más Sagrado, es un portal que nos hace descubrir lo desconocido más y más … apunta a lo que Es y ha sido siempre nuestro hogar. Bendiciones y abrazos por la luz que nos transforma en cada momento amigo Jorge. Matilde
Hola Matilde, compatriota y compañera de viaje, que bien poder compartir este gran tesoro.
Un abrazo
Muchas gracias Alicia , sentí mucha alegría de que una compatriota fuera compañera de viaje en este gran sentir y compartirlo . Un abrazo.
Mil gracias, Mati querida, por tus tan gentiles expresiones!
Y sigamos compartiendo juntos ese viaje fascinante hacia «lo que Es y ha sido siempre nuestro hogar.»
Te envío un cálido abrazo de luz, camarada de ruta!