¡No permitas que la vida “te ocurra”!
¡No dejes que las cosas “te sucedan”!,
que con mayor, o con menor premura
¡siempre se manifiesta lo que piensas!

¡Empuñá el mando de tu circunstancia,
que el rol de víctima…ya ha quedado atrás…!:
¡eres tu el que decide en cada instancia,
sentir agitación…o sentir paz…!

Porque en el holograma de tu vida,
¡eres tu…solo tu…, el involucrado!,
que al fin, amigo, aquello que tu elijas…,
¡al Universo lo tiene sin cuidado…!

¡Eres tu el que modela tu jornada!
¡Eres tu el artesano de tu día…,
el que escoge sentir, cada mañana,
el gozo de vivir…o la apatía…!

Y si cada pensamiento cuenta
en tu papel eterno de creador:
¿por qué no ir eligiendo los que expresan…,
alegría… belleza… y esplendor…?

¿Por qué pintar, sobre tu propio lienzo,
con un triste color desangelado…,
pudiendo utilizar aquel intenso
abanico de luz que se te ha dado…?

¡Elegite una vida esplendorosa…,
elegí llevar prendido tu farol…,
elegí en cada espina…ver la rosa…,
y detrás de las nubes… ver el sol…!