Cuando parezca incierto tu destino,
y oscura y enredada tu actual trama,
no olvides recordar que eres divino,
y que eres tú, quien crea tus hologramas.

La desmemoria, ya desde hace eones,
nos conduce a pensarnos pequeñitos,
pues nos lleva a creer que nuestros guiones,
son incambiables…., ¡pues ya están escritos!

No olvides recordar que eso no es cierto,
¡tú tienes el control, tienes las riendas!:
¡puedes volver vergeles los desiertos
cuando te empiezas a quitar las vendas!

Puedes frenar antiguas “propensiones”,
y confinarlo al karma en un rincón:
en la Nueva Energía a tus patrones
los rediseñas con tu vibración.

No olvides recordar que tu yo viejo
se va desmantelando lentamente,
y aunque aún no lo veas en el espejo,
un nuevo Yo se asoma fugazmente.

Pero en el “entretanto”, pasa a veces,
que dejas de sentir tu antigua paz:
ni estás del todo en “lo que aparece”,
¡pero tampoco en “lo que queda atrás”!

No olvides recordar que en vez de un trazo
es mejor ver completo el panorama:
reúne de una vez tus dos pedazos,
y ponte a diseñar de Luz tu trama.

¡Te estás volviendo un Ser Magnificente!,
y a la par que despierta en ti el Amor,
despejarás las dudas de tu mente
con tus flamantes dotes de Creador.

No olvides recordar que aquí y ahora
hay otra realidad que parpadea,
¡y es “otra Tierra” la que en ella mora
manifestando la Divina Idea!

Y esta preciosa Gaia necesita
que tú también te eleves junto a ella:
¡es tu ascensión la que la precipita
hacia su propio resplandor de estrella!

¿Y sabes porqué es que te digo esto?,
porque tu trayectoria, camarada,
te inviste de un deber mayor que el resto:
¡el de esparcir tu Luz como si nada!

Ya lo has hecho mil veces en sistemas
que pasaron la Línea Divisoria:
¡es un “juego de niños” este tema
cuando al fin recuperas la memoria!

Transita a tu manera, compañero,
tienes libre albedrío al caminar,
¿pero qué tal si andando tu sendero
ya no te olvidas más… de recordar?