Cuando desbordó el río,
levanté mi equipaje,
y me fui a un sitio alto…
hasta que el agua baje…;
esperé mansamente
que encausara su brío…,
¡y no le eché la culpa
al río… por ser río…!
Cuando el fuego impiadoso
arrasó con mi casa,
la levanté de nuevo
con barro y argamasa…,
y una dulce plegaria
al cielo elevé luego…,
¡y no le eché la culpa
al fuego… por ser fuego…!
Cuando por la sequía
se murió mi majada…,
y perdí la cosecha…,
¡y me quedé sin nada!,
contemplé -cara a cara-,
el rostro del dolor…,
¡pero de mi desgracia
no lo culpé al calor!
Cuando una noche oscura,
y de pésima suerte,
se me marchó mi amada
en brazos de la muerte…,
le agradecí a la vida
por el bello camino
que transitamos juntos…,
¡…y no culpé al destino!
Cuando día tras día
el prójimo me falla…,
y me estafa…o me miente…,
-vaya por donde vaya-,
sé que es mi expectativa
la que sufre un traspiés…,
¡y no lo culpo al otro
por ser tal como es…!
¡Una sola certeza
llevo en el corazón!:
las cosas no me afectan…,
¡me afecta mi reacción!
Hola,Jorge,no lo vas creer!!!!…pero esta mañana,estaba recibiendo,desde dentro,de mi SER, este mensaje que transmitís en tu poema.
No dejo de sorprenderme..!!!
Muchas gracias por lo que hacés,te aseguro,que tu LUZ y tu AMOR iluminan
a muchas almas.
jajaja las benditas sincronías!
¡Y no dejes de sorprenderte nunca, muchachita…,
porque nuestra capacidad de asombro es la que nos instala en la maravilla…!
Un abrazote…
Hay cosas que no podemos controlar, sobre las que no podemos influir, pero siempre podemos decidir que actitud tomar frente a ellas. Como sabiamente dices al final del poema "las cosas no me afectan, me afecta mi reacción" y no solo en cosas de gran importancia.. sino también en los pequeños contratiempos que encontramos en nuestro dia a dia.
Gracias Jorge, bello poema, como todos los tuyos.. me encantó.
Un fuerte y cariñoso abrazo
Juana Mª
Muy atinada tu reflexión, querida Juana…: deseo fervientemente que "…no solo en cosas de gran importancia.. sino también en los pequeños contratiempos…", puedas elegir la reacción que menos te descentre…, la que más contribuya a tu paz interior…
¡Gracias por tu mensaje!
Un gran abrazo…
Hermoso poema y una realidad irrefutable. Como seres humanos somos especialistas en buscar pretextos y culpar a quien se deje de lo que nos sucede, olvidándonos de que somos los arquitectos de nuestras propias vidas. Es verdad que hay eventos y circunstancias que no podemos controlar, pero si podemos darle un mejor enfoque y cambiar nuestra visión. Siempre, incluso detrás de los infortunios hay un nuevo aprendizaje y algo que agradecer. La vida a pesar de los altibajos es bella, muy bella.
Agradezco tu enseñanza porque contigo he aprendido a utilizar mis pinceles para cambiar los matices de mi cuadro y llenarlo de luz y nuevos colores que ni siquiera imaginaba que existían.
Un beso para ti querido amigo.
Si
¡Cuanto me alegro, querida Silvia, que tus pinceladas llenen de luz el cuadro de tu vida…, incluso con "…nuevos colores que ni siquiera imaginabas que existían…"!
¡Que ese lienzo refleje en toda su magnitud la belleza de tu corazón…y la pureza de tu alma…!