Me pides, hijo mío, que te brinde un consejo
que te sirva a lo largo de toda tu existencia;
algo en lo que apoyarte en un mundo complejo…,
algo que al recordarlo, ¡haga la diferencia…!
Y pensé en sugerirte, mientras andes aquí,
que creas en ti mismo, contra viento y marea:
¡siempre hallarás recursos que dormitan en ti,
si marchas, deslumbrado, tras tu más noble idea!.
También pensé en decirte que vivas con pasión,
como lo hacen los niños, los locos, los poetas,
porque ya con la entrega total del corazón,
alcanzas tu objetivo…, ¡aún sin rozar la meta!
Consideré incluso hablarte del amor,
y pedirte que emplees tu mejor sentimiento
para ver en los otros la luz en su interior…,
¡porque somos estrellas de un mismo firmamento!.
Y también evalué revelarte que te hallas
en un tiempo asombroso de “Energía Creadora”,
y que hoy todo es posible, -vayas por donde vayas-
si vives en la plena conciencia del “ahora”.
Sin embargo me inclino por algo más profundo,
y que a la vez engloba todo lo dicho antes;
algo que ha de ayudarte a pasar por el mundo,
con expresión serena, y el corazón amante…
Mi consejo, muchacho, es que estés donde estés…,
con las manos vacías…, o repletas tus palmas,
sin importar la senda por la que anden tus pies…,
siempre, hijo mío, siempre…, ¡la escuches a tu alma…!
Porque ya con la entrega total del corazón, alcanzas tu objetivo…¡ aún sin rozar la meta! Así como llegan estas palabras en poesía, así es la entrega, sin miedo y con amor. Es que esta bendita fe anda allí siempre atenta transformando todo lo que a ella se aferra. Y es con la entrega sin fin y con prudencia se llega a alcanzar la gloriosa meta. Gracias.
¡Brindemos porque "…esta bendita fe anda allí siempre atenta transformando todo lo que a ella se aferra."!
Bendiciones, amiga.
Jorge, has adivinado mi pensamiento.Precisamente queria pedirte escribieras para ayudar a los adolescentes y Jovenes. En mi caso no son hijos , son nietos, aunque a todos nos aayudan muchisimo tus palabras. Gracias. he aprendido enviar comentarios,solo para agradecerte…..M. Luisa desde Barcelona.
¡Ah…, las benditas sincronías…, con sus pícaras jugarretas!
¡Ojalá tus nietos, ya desde jovencitos, atiendan la voz siempre sabia y amorosa de su propio Yo Superior! (la Divinidad en cada uno).
(Y respecto a eso de "…he aprendido a enviar comentarios…": ¿viste que nunca es tarde para aprender algo nuevo, amiga mía? jaja)
Abrazo.
No importa la edad que se tenga, este es siempre un maravilloso consejo a tener en cuenta.. y para recordarlo y releerlo cuando por algun motivo nos alejamos de este camino..
Gracias Jorge
Un fuerte abrazo con todo cariño
Juana Mª
Bien lo has dicho, Juana: para contactarnos con el alma, todas las edades son propicias…
Gran abrazo, mi dulce amiga.
Bendita tu alma querido Jorge!!
Besos!!
¡Y también la tuya, querida Cristina!
Gran abrazo.