Los tres devotos de Dios
conversaban en la plaza,
sobre el camino mejor
para “regresar a Casa”…

“Yo sigo –dijo el primero-,
los rituales de la misa:
¡para andar por el sendero
conviene no llevar prisa…!”

“Yo a veces, -dijo el segundo-,
me salgo de la doctrina…,
y trato de usar las alas
de la Conciencia Divina…”

Y el tercero dijo luego
con radiante frenesí:
“Yo ni camino…ni vuelo…,
amigos…¡ya estoy allí…!”

“Sin rituales, ni doctrinas,
ni dogmas…, ni convención:
¡siento que Dios me ilumina
con cada respiración…!”

(Y tu…, hermano del camino…,
empeñado en igual viaje…:
¿en cuál de esas ventanillas
estás sacando pasaje…?).