¿Te asumes formando parte
de un Entramado Infinito…?
¿O te percibes aparte,
indefenso y pequeñito…?

¿Te ves, en tu pensamiento,
forzado sólo a “durar”…?
¿O hallas en cada momento
razones para gozar…?

(No importa si eres mayor,
o estás en tu juventud,
si estudiante… o profesor…,
¡lo que importa es tu actitud!)

¿Sientes que lo que te pasa
te está invitando a crecer…?
¿O al contrario, te solazas
en quejarte por doquier?

¿Vives para tu interés
-precioso ombligo del mundo-…?
¿O en el lugar en que estés
das de ti lo más profundo…?

(No importa qué es lo que tienes,
-si es poco…, o de magnitud…-,
ni importa si vas… o vienes…,
¡lo que importa es tu actitud!)

¿Sientes amorosamente
que estamos juntos aquí?
¿O piensas que solamente
el sol sale para ti…?

¿Percibes que de algún modo
en tu tropiezo hay un don…?
¿O te cuesta ver en todo
su escondida bendición…?

(No importa si eres del norte,
no importa si eres del sud,
tampoco importa tu porte…,
¡lo que importa es tu actitud!)

¿Para el hermano sufriente
tienes un gesto de amor…?
¿O pasas indiferente
al lado de su dolor…?

¿Vas transitando tu día
con ceño duro y hostil…?
¿O regalas la alegría
de una mañana de abril…?

(No importa si en tu sendero
vas solo… o en multitud…,
lo que importa, compañero…,
¡lo que importa es tu actitud!)