Hay una sonrisa callada:
la de la total aceptación,
cuando no hace falta decir nada
pues lo dice todo el corazón…
Para aquél que quiere ir a su encuentro…,
¡es tan simple y fácil de ubicar!,
porque es en el centro de tu centro
donde ella ha fijado su lugar.
Y no te hace falta un instructor,
sólo intención pura se precisa,
para verlo todo con amor,
desde esa callada sonrisa.
Y si es que los vientos de tu suerte
quieren envolverte en sus jaleos
intentando acaso convencerte
de andar entre apuros y ajetreos…,
ella te dirá en su mansedumbre…:
“…para qué luchar y competir,
cuando no hay más meta ni más cumbre
que el eterno gozo de vivir…”.
Y se te hará claro y evidente
que no te hace falta ya la prisa,
porque cada instante es para siempre
cuando se ha alcanzado esa sonrisa…
Y de su esplendor dulce y sereno,
y de su ternura sin medida,
ella hará brotar en tu terreno
las flores más bellas de la vida.
Entra en tu sonrisa callada,
y cuando te envuelva su paz,
sabrás en el alma, camarada,
que no necesitas nada más…
quiero alcanzar esa sonrisa callada …. la melodia esta hermosa me hace sentir en paz un saludo jorge un abrazo fuerte …
Siendo suspiro de Amor,
me sé sonrisa y silencio
y…te comparto mi luz,
en este pequeño verso!!!!
Aquiétate y siente
la gentil caricia,
de mi ser a tu lado,
de mi luz…mi sonrisa!!!!
Gracias, jamie… (sí, la melodía es muy bella).
Gran abrazo.
Gracias por tu bella inspiración, dulce Katty…: ¡te aseguro que siento "…la gentil caricia de tu luz…, tu sonrisa…"!
¡Infinitas gracias!
Mi sonrisa callada reconoce, saluda y honra a la tuya.. y le expresa mi cariño, mi gratitud y mi amistad..
De mi sonrisa a la tuya un fuerte abrazo y mil besitos.. 🙂
Juana Maria
Gracias por tu cariño, tu gratitud y tu amistad de siempre, mi dulce amiga de la sonrisa callada.
Te envío un cálido abrazo en las alas de mi mejor sentimiento.
Precioso poema.
La sonrisa callada que tanta alma encierra.
La sonrisa callada que desafía la tristeza y enaltece la bondad.
Agradable atesorar esa sonrisa callada, que desinteresada, todo lo da.
Un abrazo.
¡Que esa dulce sonrisa callada ilumine tu rostro y tu alma cada día, querida Nélida!
Un abrazo.