Hay un dulce lugar adentro tuyo,
en donde los pesares se evaporan…,
donde no puede entrar, ni la tristeza,
ni los temores que a veces afloran…

Hay un dulce lugar adentro tuyo,
donde no hay “tengo que…”, ni “debería…”,
y no hay preocupación por el mañana…
¡sólo hay gozo…y hay paz…y hay alegría…!

Hay un dulce lugar adentro tuyo,
que abre las puertas de la percepción…,
y allí vemos que todos somos Uno,
jugando el juego de la separación…

Hay un dulce lugar adentro tuyo,
con algo de canción…y algo de rezo… :
¡es como un salvavida en un naufragio…,
o como un claro en algún bosque espeso…!

Hay un dulce lugar adentro tuyo,
que no sabe de ayer…ni de futuro…,
que tiene la simpleza del momento…
y el sortilegio de un instante puro…

Hay un dulce lugar adentro tuyo…,
justo en el centro de tu corazón…
¡y es tan fácil llegar!…, sólo hace falta,
¡que alces el vuelo de tu vibración…!

Cada vez que la vida te fatigue
con su urgencia, su furia, y su barullo…,
recuerda, compañero del camino,
¡que hay un dulce lugar adentro tuyo…!