“¡Yo fabrico mi propia epifanía!”,
“¡a mí siempre me llega algo tremendo!”:
según el guión que esté en tu sintonía,
será la forma en la que irás viviendo.
Tu diálogo interior -lo que te dices-,
la va moldeando a tu vibración,
y te conduce a que te atemorices,
si es negativa tu auto conversación.
Comienzas a vibrar en “mala onda”
¡y es desaliento lo que hay en tus fibras!,
y más y más tu malestar se ahonda,
¡porque en verdad “atraes lo que vibras”!
Y te hundes en un pozo de negrura
y no le encuentras ya sentido a nada,
¡y te cuesta dejar la nube oscura
que ha sido, sin querer, “auto creada”!
Pero en cambio, si tú tomas las riendas,
y eliges darlo vuelta al escenario,
retiras de tus ojos esas vendas,
y empiezas a pensar en “lo contrario”.
Y al repensar que lo que se avecina
de algún modo al final te favorece,
puedes trocar en flor cualquier espina,
¡porque esa es la manera en que se crece!
Fíjate bien qué admites en tu mente
porque siempre “recibes lo que esperas”,
y tú, nacido tan resplandeciente,
te mereces ser Luz por donde fueras.
De ese modo no irás a la deriva:
¡empuñarás alegre tu timón!,
y te irás desplazando, mientras vivas,
por lo ilusorio de esta dimensión.
Que el sueño de esta vida es eso…, un sueño
que objetivamos como “realidad”,
y así como forjaste su diseño,
¡también puedes cambiarlo a voluntad!
“¡Yo fabrico mi propia epifanía!”,
“¡a mí siempre me llega algo tremendo!”:
y tú…, ¿qué guión te creas cada día?,
¿el de ir quejoso…, o el de andar sonriendo?
Mi amado Jorge:
Por supuesto que andar sonriendo, porque a pesar de todo soy feliz y hago de mi entorno un lugar confortable para vivir en armonía.
Así, todo es soportable y no pesa para nada el esperar.
Cuídate mucho porque yo todavía te necesito….. Te amo.
Gracias por andar sonriendo!
Gracias por ser feliz!
Gracias por vivir en armonía!
Y sobre todo gracias por ser un Faro de Luz para los demás, en medio de estas tinieblas pasajeras, mi amada Tere!
Infinitas gracias!
La sonrisa auténtica y sincera es contagiosa, calienta el corazón propio y ajeno. Anima el Alma al igual que los rayos del sol.
Gracias y una vez más por todas estas perlas de sabiduría que compartes amigo del Alma!!!
María Rosa
«La sonrisa auténtica y sincera es contagiosa, calienta el corazón propio y ajeno. Anima el Alma al igual que los rayos del sol.»
¡Qué bella y certeramente lo pintas, querida María Rosa!
Gracias por tu exquisita sensibilidad…
Cuándo el Alma habla, la sensibilidad se hace presente y de colores va pintando la vida poniendo luces y colores, a la tristeza y sinsabores en sí y en sus alrededores!!!
Un abrazo de luz, Alma bella!!!
María Rosa.