¡Es tan simple vivir…! : sólo hace falta
estar centrados en el aquí y ahora…,
en este instante de conciencia alta,
en el que solamente la paz mora…

Es un momento claro, en que nos llega
la percepción del más puro presente:
“la voz en la cabeza” se sosiega…,
y nos vamos por fuera de la mente…

Y con el pensamiento puesto “en pausa”,
se nos va disolviendo la identidad…,
nos deslizamos hacia un plano sin causa…
¡y sentimos un soplo de eternidad…!

Y el mundo queda lejos…, detenida
su permanente cháchara incansable…:
¡es una dulce tregua en que la vida
nos revela su cara más amable…!

Y ya sin importarnos donde estamos,
sólo somos conscientes de existir…,
y embargados de gozo comprobamos
¡que es tan simple vivir…!