Tú, hermano mío, tú que me escuchas,
tan confundido, tan agotado,
viendo la vida como una lucha
con un pie puesto en cada lado.
No desesperes: estás mutando,
y desconoces lo que te aguarda:
si es muy difícil…, si va cambiando…,
si es algo breve…, si acaso tarda…
Y es que ya nada será como era:
estás mudando de uno a otro traje,
y estás saltando de carretera
porque has cambiado también de viaje.
Y nadie dijo que el cambio es grácil:
¡trocar de vías te mueve el piso!,
¡nunca fue escrito que fuera fácil
rozar las puertas del Paraíso!.
Mas no le des cabida a la pavura,
ni le hagas un lugar al desconcierto,
mientras estás mutando de estructura,
sin nadie que te guíe en el desierto.
Y allí vas tú, como quién adivina
cómo moverse en medio de ese puente:
detrás de ti, un mundo que termina,
y otro nuevo que nace, justo enfrente.
¿Qué hacer entonces en el momento?:
¡rendirse al flujo del devenir!,
soltar los viejos pensamientos,
y simplemente…¡permitir!
Porque la Nueva Tierra ahora precisa
que estés serenamente empoderado,
en tus ojos flotando una sonrisa,
y en tu sonrisa un resplandor alado.
Tal vez solo encarnaste para eso,
para ir de carbono a cristalino,
volverte un Ser de Luz en el proceso,
y revelarte… un Humano Divino.
Mi amado Jorge:
Que gratificante es escucharte, que bonito timbre de voz tienes, y es que cuando hablas, salvas el tiempo y el espacio para hacerte oir en muchas partes.
Y yo te escucho y reflexiono, pues con tus palabras pintas imágenes, que evocan paisajes conocidos.
Y sí, estamos a punto de cambiar de traje y brincar al otro lado, donde nos espera una nueva misión para seguir avanzando por el camino ascendente hacia el amor perfecto.
No te olvides de buscarme en el camino, pues yo estoy segura que te reencontrare, una y otra y otra vez por siempre.
Te amo.
Sí, Tere…, seguimos «…avanzando por el camino ascendente hacia el amor perfecto».
¡Y nos reencontraremos…, claro!: las almas afines nunca se pierden de vista…
Gracias por tus dulces palabras, compañera de celestes aventuras…
Gran reto el que hemos elegido vivir en esta Encarnación. Al igual que la flor de Loto, tenemos «el gran privilegio» de mostrar todo nuestro «Esplendor, Belleza……», en medio de la densidad.
Auténtico y bello poema, como siempre!
Infinitas gracias, querido amigo!
Un fuerte abrazo.
Que en medio de la densidad, el esplendor y la belleza de tu Luz iluminen tu vida y la de quienes contigo se cruzan, querida Rosa!
Abrazo grande, compañera de viaje!
Apreciado Jorge…
No es lo mismo haber leído estas estrofas un año atrás…
Hoy es distinto. Este poema es profético. Hoy lo estamos viviendo en carne propia.
Sin dudas, Dios lo inspiró a Ud.
Ud es muy bendecido!
gracias!!!
Bien lo apuntas, amiga/o…: «hoy lo estamos viviendo en carne propia».
Y a pesar de todos los dolores (dolores de parto), ¡sí que será mejor el nuevo bebé/estado de conciencia!
Gracias por tu mensaje!
Mil bendiciones!