¿Recordás los dolores
que marcaron tu vida…?
…frustraciones…engaños…
…rupturas…despedidas…

…tropezar…y sin fuerzas
volverte a levantar…
¡…tantas desilusiones
arduas de superar…!

¡Tantos viejos pesares
que al corazón atoran…!
¡Tantas cuitas añejas…!:
(¡¿…en dónde están ahora…?!)

¡¡¡Yo me lo llevé todo
como un río que arrasa…!!!
(¿Qué quién soy, -me preguntas-…?)
¡¡¡Soy el tiempo que pasa…!!!

Pero de andar cargado
ya me cansé hace rato…
¡por eso te propongo
que firmemos un trato…!

Tú te irás deteniendo
de a poco en cada cosa…:
…en el verde del junco…
…o el olor de una rosa…

Retardarás tu marcha
para escuchar un grillo…,
o para ver la luna
cuando asoma su brillo…

…o ante el susurro leve
de una hoja al caer…
…o ante el cielo sangrando
en el atardecer…

Harás de la demora
una pasión…y un arte…,
¡y allí entonces, amigo,
yo cumpliré mi parte…!:

…lo iré “parando al mundo”
adentro de tu mente…
¡y estallará la vida
porque sí…de repente…!

Y detendré las horas
para hacerte sentir
¡el más intenso y puro
disfrute de vivir…!

Te haré palpar la esencia
que hay detrás del momento…,
¡serás sol…serás trino…
serás luz…serás viento…!

…te abrirás a la magia
que está latiendo allí…
¡y sentirás que todo
fue puesto para ti…!

…y en una flor aislada,
perdida en los confines,
¡captarás la belleza
de todos los jardines…!

…y al contemplar pasmado
a un jilguero en su vuelo…,
¡sentirás que sos todos
los pájaros del cielo…!

…y te quedarás quieto,
mudo de tanto asombro…
¡y yo estaré atrás tuyo
palmeándote en el hombro…!

…y te diré al oído
-con mi tono más tierno-:
“¡¿Sabes quién soy ahora…?!
¡¡¡Soy el instante eterno…!!!”