“-¡Cuando sea rico, ese día,
se acabará mi desdicha…!”
-Acertar la lotería
no garantiza tu dicha…

“-¡Quisiera tener al lado
una exquisita beldad!”
-Yo disfruto, acompañado,
tanto, como en soledad…

“-¡Ah…, si pudiera viajar…,
marcharme a cualquier país…!”
– Para mí, no es el lugar
lo que te pone feliz…

“-¡Cómo anhelo, compañero,
dejar este empleo aciago…!”
-Yo, si no hago lo que quiero,
siempre quiero lo que hago…

“- Perdóname, buen amigo,
que a tu pensar me resista:
no quiero ser agresivo…,
¡pero eres un conformista!”

-Discúlpame a mí que insista
para aclararte en tu error,
yo no soy un conformista…,
¡yo soy un “disfrutador”!

Y no la dejo a mi mente
que me saque del ahora,
divagando vanamente
sobre “futuras mejoras”…

Este instante, al vivenciarlo,
¡es lo único real…!,
y está en mi el desperdiciarlo….
¡o que resulte especial…!

¡Escúchame, amigo mío!:
siempre será tu elección,
enfocarte en lo sombrío…
¡o elevar tu corazón…!

Puedes sentir el momento…,
deleitarte en su energía…,
vivirlo al ciento por ciento…
¡o verlo con apatía!

Lo que te pone en aprietos,
mi querido compañero,
¡es no entender el secreto
del disfrute verdadero…!

¡No es por senderos de rosas
como se llega hasta allí…!:
el gozo no está en las cosas…;
¡el gozo se encuentra en ti…!