Si yo tuviera la gran fortuna
de transmitirte sin duda alguna,
lo más valioso que he descubierto,
diría que llevas a “Dios encubierto”.
Tú formas parte a toda hora
de la sublime Gran Fuente Creadora;
más tal vez digas, sumido en llanto,
“ y si eso es cierto, ¿por qué sufro tanto?”.
Posiblemente te ves aislado,
solo, indefenso, y abandonado,
y te convences, en ese trance,
que Lo Divino no se halla a tu alcance.
Y es ese pleno convencimiento,
esa certeza de cada momento,
quien perpetúa tu condición
y te mantiene preso en tu prisión.
Si tú no cambias esa creencia,
no abres la puerta hacia “otra experiencia”,
y allí te quedas, igual que un ciego,
tras esa venda que nos pone el ego.
Pero si un día, ¡bendito día!,
le dices ¡basta! a esa medianía,
y te diriges a tu Interior,
entras a un bucle de increíble Amor.
Unirse al alma es tan profundo,
no se asemeja a nada de este mundo:
es tan sublime, tan especial,
que por momentos parece irreal.
Te sientes parte de Lo infinito,
porción sagrada de Lo Más Bendito,
y sin pasado, y sin futuro,
te vuelves ondas del Amor más puro.
Después de tantas vidas de andar,
¡el hijo errante vuelve al Hogar!
Y allí “conoces”, no por un texto,
ni porque alguien te contó al respecto.
“Sabes” pasmado, “del Dios adentro”,
porque la Fuente te sale al encuentro,
y en ese instante comprendes bien,
que si la buscas, ¡te busca también!
Mi amado Jorge:
Este Dios que nos habita, a ti, a mi, a todos, es la fuente del amor que desbordamos.
Cuando vemos a los otros, con los ojos del alma, sin importar su condición, vamos dando testimonio del amor de Dios.
Cuando superé enfermedades graves me pregunte…
-«¿Para qué me quedo?»
Y Dios me dió la respuesta…
Te platico… Tengo el ministerio de los enfermos, Dios pone ante mi a enfermos terminales o en condiciones graves, para fortalecerlos amorosamente en la Fe y en su capacidad de autosanarse, (como tú y otros me enseñaron). Algunos lo logran y otros aceptan continuar el viaje, lo importante es liberarlos de angustias, miedos, apegos y reconocerse seres inmortales.
Gracias por retroalimentarme con tu sabiduría, por haberme abrazado con tu alma cuando lo necesite, en retribución y agradecimiento, mi alma llena de luz viaja hacia ti para abrazarte con gran amor.
Te amo.
¡Grandioso tu ministerio, Tere querida, Sublime Servidora de Dios!
Te celebro, te honro y te venero, divino Ángel disfrazada de humano!
Que hermosura de poema!!!!
No sé si conoces este dicho «no te quiero por quien Tú eres, sino por quién soy yo cuando estoy contigo»? se podría aplicar a todo lo que nos aportas con tus poemas.
Me ha llegado a lo más profundo del Alma y mi corazón vibra en el Amor. Cada día voy fluyendo más con la vida y los acontecimientos, cada vez me afectan menos.
Que descanso!!! y a la vez el Amor, la Comprensión, el Perdón…., cada día van ganando más espacio.
Cuando algo resuena de tal forma en tu interior, las palabras no pueden expresar lo que estás experimentando.
Gracias, querido amigo. Muchas gracias. No se me ocurre otra palabra con la que expresar mi agradecimiento por ser «la Voz de mi Alma».
Un fuerte abrazo.
¡Qué bello dicho! (y qué cierto!).
Y respecto a los enormes progresos que me compartes, se me ocurre «reformar» una estrofa de la poesía: «…porque has cambiado/ viejas creencias/ le abres la puerta/ a otras experiencias.» 🙂
Congratulaciones, amiga…, de corazón!
(¡Y no te salgas de esa senda!!!)
Gran abrazo!
Hola Jorge, esa es mi firme decisión, seguir por esa senda.
Hace mucho tiempo que me estoy trabajando y parecía que iba por el buen camino. Tenía sueños con mensaje, en las meditaciones encontraba respuestas o si hacía alguna pregunta, en alguna ocasión, me respondían al momento…., pero hace unos 10 meses, ocurrió algo que me hizo retroceder Kms. y aquí estoy de nuevo. Había una parte de mi, que no estaba gestionando correctamente y la vida hizo su parte.
Muchas gracias por la nueva estrofa.Muy acertada!!!
Recuerdas tu poesía «TU NUEVO YO»? bien, creo que mi nuevo Yo, está empezando a florecer.
Muchas gracias, por todo lo que aportas a mi vida.
Un fuerte abrazo, querido amigo.
¡Brindo por tu Nuevo Yo! ¡Chín chín!
Muchas gracias, pero mejor esperamos a que florezca y pueda mantenerlo en todo «Su Esplendor» de forma permanente.
En una noche de insomnio busque un cuaderno donde suelo escribir cosas de mi vida y o Causalidad encontré tu poema, en una hoja amarillenta por el tiempo, No intentes cambiar a nadie…y esa fue la respuesta justa al camino a seguir en medio del caos…supe que no hacer nada era lo mejor….
Le agradezco a ese cuaderno que fuese un fiel custodio de mi poema!
Bendiciones, Norma!