¡Desaferrate de tu viejo dolor!
¡Soltalo de una vez al sufrimiento!
¡Imaginate inmune ante el disgusto!
¡Desapegate de tu descontento!

¡No hace falta sufrir…! ¡Ya no hace falta!
¡Relajate en tu campo unificado!,
y allí, desde ese espacio de poder,
¡sabrás que la alegría va a tu lado!

¡Liberáte de tus ataduras!
¡Abrazáte a tu propia grandeza!
¡ Asumí tu poder y tus dones!:
¡que a través tuyo es como Dios se expresa!

¡Permití que el amor infinito,
te proteja y te aliente en tu sino…!,
¡que en la vida ya no hay imposibles,
para aquél que se sabe Divino…!