¡Dejá de preguntarte “porqué me pasa esto?”…!,
¡qué las cosas no son lo que aparentan ser…!:
lo que a primera vista te parece funesto,
¡guarda un tesoro oculto que no alcanzás a ver…!
¡Dejá de preguntarte “porqué a mí me ha tocado?”…!:
¡una pepita de oro te está esperando allí…!;
cuando cambies tus ojos, notarás asombrado,
ese don disfrazado que llega para ti…!
¡Dejá de preguntarte por el tren que has perdido…!:
entenderás un día que ese no era tu tren…,
y te dirás entonces: “¡que afortunado he sido…!
¡ahora lo veo tan claro que fue para mi bien…!”
¡No cuestiones tu sino…! ¡Tomalo sin resabios…!
¡Aceptá lo que venga…y abríle el corazón…!,
porque es cosa de niños…de locos…y de sabios…
¡en cada desventura…ver una bendición…!!!