Poesía, Video

“Dime, mi amigo querido,
tú que vas por otra huella:
¿por qué no ando divertido
ni es mi vida dulce y bella?”

Sucede que tu existencia
se halla en plena sintonía
con aquello que más piensas,
ya de noche, ya de día.

Y es con ese imaginario
que creas tu realidad:
lo que imaginas a diario
¡termina siendo verdad!

Las creencias que mantienes
modelan tu percepción,
y de ese modo sostienen
tu nivel de vibración.

“¡Vaya que me cuesta abrirme
a tus palabras rectoras!:
¿¡dices que he de convertirme
en “vigía” a toda hora”!?

Lo que digo es que en tu mente
pujan lo denso y la lumbre,
y mayoritariamente
quien gana es la pesadumbre.

Con invisibles ladrillos
va alzando en tu juicio muros,
por lo general sin brillo,
¡y en ocasiones, oscuros!

Por ello es tan importante
que a partir de este momento,
de una manera constante
vigiles tu pensamiento.

Contémplate inspeccionando
cada recuadro mental,
y a la vez seleccionando
sólo el que eleva tu umbral.

“Suena como “muy sencillo”
si mal no lo desentraño:
es “mirarme” en un castillo
¡sabiendo que es un engaño!”

Si es tu cerebro quien dice
que así “te estás engañando”,
dile que se tranquilice,
¡y sigue visualizando!
que al contemplarte a ti mismo,
completo, feliz, radiante,
y repartiendo optimismo,
¡así será tu semblante!

¡Represéntate gozando
y sin nada que temer,
y te irás transfigurando
en el Ser que quieres ser!

Y estará muy cerca el día,
(ya más temprano que tarde),
en que irradies alegría
sin ostentación ni alarde.

Y no irás más “de puntillas”,
si a este alto pensar te adscribes,
por una razón sencilla:
“como piensas, ¡así vives!”

“No busco ser quisquilloso,
y valoro lo expresado,
¿pero habrá algo aún más valioso…,
algún valor agregado?»

¡Claro que sí…!, cuando aflora
ese “idear positivo”,
en tu vivir se incorpora
la pura paz, sin motivo.

Y al disfrutar del arrullo
de ese Sendero de Amor,
percibes muy dentro tuyo
¡que eres parte del Creador!

Y así entonces puede darse
el fin de tu vieja cruz,
¡porque comienza a activarse
tu propio Cuerpo de Luz!